De
aquí
en
adelante
mas
alto
y
mas
claro.
De
aquí
en
adelante
mas
alto
y
mas
claro.
Mucho
más
alto.
Mucho
más
claro.
De
aquí
en
adelante
mas
alto
y
mas
claro.
Mucho
más
alto.
Mucho
más
claro.
Como
una
ráfaga
mil
voces
rompiendo
el
silencio.
Mil
lenguas
distintas
gritando
lo
mismo:
¿Globalización?
no
a
la
globalización.
No
estamos
dispuestos
a
andar
el
camino
marcado.
El
camino
pactado
por
los
ocho
grandes
o
por
los
quince
estados.
Por
quienes
se
empeñan
en
hacer
del
mundo
un
inmenso
negocio.
Un
solo
mercado
a
fuego
marcado.
De
aquí
en
adelante
mas
alto
y
mas
claro.
Mucho
más
alto.
Mucho
más
claro.
De
aquí
en
adelante
mas
alto
y
mas
claro.
Mucho
más
alto.
Mucho
más
claro.
Todo
el
poder
para
el
pueblo
pero
sin
el
pueblo.
La
vieja
consigna.
El
nuevo
despotismo
ilustrado
con
imágenes
digitales.
Un
mundo
que
está
sometido
al
designio
divino
de
la
Economía,
de
sus
resultados.
Macroeconomía.
El
nuevo
integrismo
no
reza
a
otro
dios
que
no
sea
el
poder
que
le
otorga
el
dinero.
El
dinero,
su
dinero
es
quien
dice
qué
es
malo
y
qué
es
bueno.
Ellos
hablan
siempre
del
futuro.
De
crecer
como
no
hemos
crecido.
Recorriendo
juntos
el
camino
que
antes
nunca
se
había
recorrido.
Pero
esto
ya
lo
hemos
vivido,
esto
mismo
o
algo
muy
parecido.
El
poder
no
ve
mas
allá
de
su
propio
ombligo.
Más
allá
de
su
propio
ombligo.
De
aquí
en
adelante
más
alto
y
más
claro.
Mucho
más
alto.
Mucho
más
claro.
De
aquí
en
adelante
más
alto
y
más
claro.
Mucho
más
alto.
Mucho
más
claro.
Poder
es
tener
y
tener
es
poder.
Poder
es
tener
y
tener
es
poder.
Tener
es
poder
y
poder
es
tener.
Poder
es
tener
y
tener
es
poder.
Von
nun
an
lauter
und
klarer.
Von
nun
an
lauter
und
klarer.
Viel
lauter.
Viel
klarer.
Von
nun
an
lauter
und
klarer.
Viel
lauter.
Viel
klarer.
Wie
ein
Windstoß,
tausend
Stimmen,
die
die
Stille
brechen.
Tausend
verschiedene
Zungen,
die
dasselbe
schreien:
Globalisierung?
Nein
zur
Globalisierung.
Wir
sind
nicht
bereit,
den
vorgezeichneten
Weg
zu
gehen.
Den
Weg,
der
von
den
acht
Großen
oder
von
den
fünfzehn
Staaten
vereinbart
wurde.
Von
denen,
die
darauf
bestehen,
die
Welt
in
ein
riesiges
Geschäft
zu
verwandeln.
Einen
einzigen
Markt,
mit
Feuer
gebrandmarkt.
Von
nun
an
lauter
und
klarer.
Viel
lauter.
Viel
klarer.
Von
nun
an
lauter
und
klarer.
Viel
lauter.
Viel
klarer.
Alle
Macht
dem
Volk,
aber
ohne
das
Volk.
Die
alte
Parole.
Der
neue
aufgeklärte
Despotismus
mit
digitalen
Bildern.
Eine
Welt,
die
dem
göttlichen
Plan
der
Wirtschaft,
ihrer
Ergebnisse,
unterworfen
ist.
Makroökonomie.
Der
neue
Fundamentalismus
betet
zu
keinem
anderen
Gott
als
der
Macht,
die
ihm
das
Geld
verleiht.
Das
Geld,
ihr
Geld
ist
es,
das
sagt,
was
schlecht
und
was
gut
ist.
Sie
reden
immer
von
der
Zukunft.
Davon
zu
wachsen,
wie
wir
noch
nie
gewachsen
sind.
Gemeinsam
den
Weg
gehen,
der
zuvor
noch
nie
beschritten
wurde.
Aber
das
haben
wir
schon
erlebt,
genau
das
oder
etwas
sehr
Ähnliches.
Die
Macht
sieht
nicht
über
den
eigenen
Tellerrand.
Über
den
eigenen
Tellerrand
hinaus.
Von
nun
an
lauter
und
klarer.
Viel
lauter.
Viel
klarer.
Von
nun
an
lauter
und
klarer.
Viel
lauter.
Viel
klarer.
Macht
ist
Haben
und
Haben
ist
Macht.
Macht
ist
Haben
und
Haben
ist
Macht.
Haben
ist
Macht
und
Macht
ist
Haben.
Macht
ist
Haben
und
Haben
ist
Macht.