Lyrics Caribeño - Rauw Alejandro

Dime, Rauw
Caribeño de verdad

Abriendo caminos
Con los sonidos, parties clandestinos
De mis raíces yo nunca me olvido
Desde que me cortan la umbilical al ombligo (real siempre he sido)
El Bronx es testigo
Alegre en la calle siempre vo'a vivir
Romo y tambora, me crían así

Caribeño, gafas Versace
Tamos en perreo que viene voluntary
Dándole fuetazo, la dejo agua'e panty
Vamo a hacé una movie y mandarla a World Latin

De la tierra que hemos tocao
A la yerba que hemos fumao
Siete y medio, palo a palo
Mira qué lejo hemos llegao

Porque no hay dembow sin Shabba Ranks
Cassette Playero, dime "wah gwan"
La diáspora, la salsa buena
Sin afromambo como lo de Chan Chan

Merengue sin kompa no existiría
Sin fuego'e Changó y boca de Eleguá
Mami, ¿qué lo wah? Vamo a bajá
Pa'l under, la agua de Yemayá

Desde el más allá por las brisas del mar
El mundo oye nuestro canto
Que viene de Jamaica, Cuba, RD
Y también la Isla del Encanto

Ahí anda un cocolo que se llama Saso
Dando cátedra, predicando
Siempre defendiendo a su gente
Pa que juntos sigan luchando

Caribeño
Ca-ca-caribeño
El Caribe

Caribeño
La tormenta no nos rompe, no, no
Somos mezcla bendita

Aquella taína que sembró
De África viene el tambor
Y tenemo el filo de Castilla
Allá arriba, en la montaña
Allá arriba, en la montaña

El hombre caribeño su fuerza no grita, su fuerza construye
Aunque venga el viento, sigue firme como el árbol de la ceiba
No se rinde, se reinventa
Si su alma fue tallada por siglos de lucha

La mujer caribeña
Tiene fuego en sus caderas
Lleva calma con su voz
Tiene el poder de sanar
Con tan solo una mirada
Y de levantar los pueblos con sus manos, madre

Cuando ella camina, los ancestros la siguen
El Caribe no se explica
Se siente, se vive, se honra
Cargamos en nuestros hombros siglos de lucha
Ey, vamos pa la calle

Pero aún se baila
Como si la historia no pesara, oh-oh
Pero aún se baila
Y la tristeza no se ve en nuestras caras

No somos de cristal
Estamos hechos de coral
Hermoso y resistente
El Caribe
Por ahí viene la tormenta
Nosotros somos la tormenta