Paroles et traduction Atahualpa Yupanqui - Baguala de Amaichá

Baguala de Amaichá

Hace mucho tiempo
En una montaña tucumana
Un campesino de Amaicha
Me dio una lección inolvidable
Estaba el hombre a 20 metros míos
A caballo, adelantado al camino
Y tarareaba despacio un aire de baguala
Yo acerqué mi caballo al suyo
Y él calló, dejó de cantar
Le pedí que cantara, y cometí el error de alabarlo

"Cante señor", le dije
"Siga cantando, que está cantando lindo"
Y el hombre me miró sonriendo y me dice
"Por favor no se chancee, no se burle de mí, señor"
"Yo canto fiero"
"Pero lo lindo de mi canto lo pone el cerro, lo pone la montaña"
"Ahora yo, yo canto feo, señor, lo bello lo pone la montaña"
Hermosa lección me dio, inolvidable lección
Ese paisano de Amaicha, de Amaicha del Valle
Más allá de Tafí del Valle

Los que andamos por el mundo
En tablados, en escenarios, en bibliotecas
En la soledades de este planeta
Tan lleno de atracciones y misterios
Encantos y desencantos
Tenemos que cantar
Solo poniendo el recuerdo, el cariño, el amor a la patria
El recuerdo al terruño, a la patria chica, a lo que uno ama desde niño
A la raíz que pretende nunca olvidarla
Nunca desarraigarse de su tierra

Es lo único que nos puede defender
No tenemos, como ese paisano de Amaicha
Ese desconocido señor de a caballo
Pleno de soledad, de cobre en su rostro
Y de bello canto, embellecido por la montaña
No tenemos montaña que nos proteja
Y nos haga encantador el canto nuestro
El agreste, sencillo y rústico canto
De los que andamos por el mundo
Con un desamparo que solo el buen recuerdo alcanza a consolar

Me gusta verlo al verano
Cuando los pastos maduran
Me gusta verlo al verano
Cuando los pastos maduran

Cuando dos se quieren bien
De una legua se saludan
Cuando dos se quieren bien
De una legua se saludan

Baguala from Amaichá

A long time ago,
On a Tucuman mountain,
A peasant from Amaichá
Gave me an unforgettable lesson.
The man was 20 meters from me,
On horseback, ahead on the path,
And he hummed slowly a baguala tune.
I brought my horse closer to his,
And he fell silent, stopped singing.
I asked him to sing, and I made the mistake of praising him.

"Sing, sir," I said,
"Keep singing, you're singing beautifully."
And the man looked at me smiling and said,
"Please don't tease me, don't make fun of me, sir."
"I sing roughly,"
"But the beauty of my song comes from the hill, it comes from the mountain."
"Now me, I sing poorly, sir, the beauty is given by the mountain."
He gave me a beautiful lesson, an unforgettable lesson,
That peasant from Amaichá, from Amaichá del Valle,
Beyond Tafí del Valle.

Those of us who travel the world,
On stages, in theaters, in libraries,
In the solitudes of this planet,
So full of attractions and mysteries,
Enchantment and disenchantment,
We have to sing
Only by putting the memory, the affection, the love for the homeland,
The memory of the homeland, the small town, what one loves since childhood,
To the root that one intends never to forget,
Never to be uprooted from their land.

It's the only thing that can defend us.
We don't have, like that peasant from Amaichá,
That unknown gentleman on horseback,
Full of solitude, with copper in his face,
And a beautiful song, embellished by the mountain.
We don't have a mountain to protect us
And make our song enchanting,
The rough, simple and rustic song
Of those of us who travel the world
With a helplessness that only good memories can console.

I like to see it in the summer
When the pastures ripen
I like to see it in the summer
When the pastures ripen

When two love each other well
They greet each other from a league away
When two love each other well
They greet each other from a league away