Paroles et traduction Pablo Dacal - La Guitarrera de San Nicolás

La Guitarrera de San Nicolás

Guitarrera, guardé tu guitarra
Porque nadie sus cuerdas jamás
Pulsará como tu las pulsabas
En las noches de San Nicolás.

¿Dónde están tus cielitos de sangre?
¿Dónde están tus vidalas de amor?
¿Dónde está la canción que cantabas
En los tiempos del Restaurador?

Vos también te llamabas Camila,
Como aquella que amó hasta morir;
Bajo el sauce de Santos Lugares
Tu guitarra volcó su gemir.

En los patios que amó el jazminero
Y que no te olvidaron jamás,
Te escuchaban llorando los hombres,
Guitarrera de San Nicolás.

Porque vos les cantabas de amores
En las noches del Restaurador,
Y también, al oír tu guitarra,
Las porteñas lloraban de amor.

Un jazmín floreció en tus cabellos,
Y al cantar tu postrera canción
De rodillas cayó la Mazorca,
De Cuitiño sangró el corazón.

¡Ay, qué noche tan triste en el barrio
Donde nunca volviste a cantar!
Todo el mundo lloraba en los patios
Y el jazmín se empezó a marchitar.

Cintas rojas y flores de sangre
Para que no te olviden jamás
Coloqué en tu guitarra dormida,
Guitarrera de San Nicolás.

The Guitarist of San Nicolás

Guitarist, I have kept your guitar
Because nobody will ever pluck its strings
As you used to pluck them
On the nights of San Nicolás.

Where are your bloody little songs?
Where are your love ballads?
Where is the song you used to sing
In the times of the Restorer?

Your name was also Camila,
Like the one who loved until death;
Under the willow tree in Santos Lugares
Your guitar poured out its moan.

In the patios that the jasmine loved
And that never forgot you,
The men would listen to you crying,
Guitarist of San Nicolás.

Because you would sing to them about love
On the nights of the Restorer,
And when they heard your guitar,
The women of Buenos Aires would cry for love.

A jasmine blossomed in your hair,
And when you sang your last song
The Mazorca fell to its knees,
Cuitiño's heart bled.

Oh, what a sad night in the neighborhood
When you never sang again!
Everyone was crying in the patios
And the jasmine began to wither.

Red ribbons and blood flowers
So that they will never forget you,
I put them on your sleeping guitar,
Guitarist of San Nicolás.