Текст и перевод песни Fernando Rodríguez, Irene Kaufman, Mariana Berta, Mariana Ingold, Osvaldo Fattorusso & Fernando Cabrera - La Casa de al Lado

La Casa de al Lado

No hay tiempo, no hay hora, no hay reloj
No hay antes ni luego ni tal vez
No hay lejos, ni viejos, ni jamás
En esa olvidada invalidez

Si todos se ponen a pensar
La vida es mas larga cada vez
Te apuesto mi vida una vez mas
Aquí no hay durante ni después

Deja no me lo repitas mas
Nosotros y ellos vos y yo
Que nadie se ponga en mi lugar
Que nadie me mida el corazón

La calle se empieza a incomodar
El baile del año terminó
Los carros se encargan de cargar
Los restos del roto corazón

Acá en esta cuadra viven mil
Clavamos en tiempo en un cartel
Somos como brujos del reloj
Ninguno parece envejecer

Mi abuelo me dijo la otra vez
Me dijo mi abuelo que tal vez
Su abuelo le sepa responder
Si el tempo es mas largo cada vez

Discrepo con aquellos que creen
Que hay una sola eternidad
Descrean de toda soledad
Se engaña quien cree la verdad

Acá no hay tango
No hay tongo ni engaño
Aquí no hay daño
Que dure cien años
Por fin buen tiempo
Aunque no hay un mango
Estoy llorando
Tou me acostumbrando

Se pasa el año se pasa volando
Ya no hay mas nadie que pueda alcanzarnos
Y yo mirando sentado en el campo
Como se pasa el año volando

No pasa el tiempo no pasan los años
Inventa cosas con cosas de antaño
A nadie espera la casa de al lado
Se va acordando, se acuerda soñando Se va acordando

Por eso te pido una vez mas
Tomátelo con tranquilidad
Puede ser ayer, nunca o después
Pero tu amor dame alguna vez. Bis.

La Casa de al Lado

Time is irrelevant, no clocks or hours,
No past, no present, no future doubts.
No distant lands or ancient times,
Just this forgotten void that binds.

If souls could ponder, they would find,
Life only seems to stretch and unwind.
Here, time is but a fleeting whim,
No 'during' or 'after,' just 'now,' my prim.

Stop your incessant plea,
Separate paths for you and me.
My essence is my own, beyond your reach,
My depths of passion, yours to breech.

The streets grow heavy with despair,
The revelry's end, beyond repair.
Carts laden with broken hearts,
The aftermath of love's cruel darts.

A thousand souls reside within these walls,
Time tethered to a clock that never calls.
We're sorcerers of time, seemingly immune,
Aging eludes us, our youth still blooms.

My grandpa whispered secrets in my ear,
He said his grandpa's wisdom he would share,
Could he unravel time's elusive thread,
Is life's tapestry forever spread?

I challenge those who blindly claim,
That eternity is a single frame.
Renounce solitude's corrosive hold,
For truth is often twisted and untold.

Here, there's no tango,
No deception, no game.
No heartache or woe,
That lingers for a hundred years.
Finally, solace we find,
Though our pockets are bare,
In tears we surrender,
To the ebb and flow.

Time rushes by, a fleeting guest,
None can keep pace with its relentless quest.
I watch from afar, from the meadow's edge,
As time's swift river carries us away.

Time stands still, the years never age,
Creating memories from a bygone page.
The house next door waits patiently,
As I wander through dreams, lost in reverie.

So I beg you, my dear,
Embrace the moments, calm your fear.
It could be yesterday, tomorrow, or never,
But grant me your love, now and forever. Bis.