Текст и перевод песни Inti Illimani - Corrido de la Soberbia

Corrido de la Soberbia

Escucha tú que eres la dueña de este mundo,
Pues yo estoy dentro de este mundo donde mandas,
Soy nada más que un bardo altivo y vagabundo
Que sabe siempre claramente por donde anda.
En los vagones de este tren que es el vivir,
Viajas en clase de primera, alta la frente.
Yo vago a pie con mi rutina de morir
Y hasta mi muerte va en tercera solamente.
Andas del brazo por la vida con la buena
Y tus caminos suben siempre como escalas.
En mi existencia duermo apenas con la pena
Y si me cuelgo de una estrella es de la mala.
La playa, el sol, el mar, la luz costeña
Son esas joyas con que adornas tu relajo.
El frío, el polvo, el viento, el trago, son mis señas
Y la fatiga, mi corona de trabajo.
La trasnochada se inventó para tus besos
Y en muchos brazos amaneces mensualmente.
A mí la noche me congela hasta los huesos
Y ni las copas te me arrancan de la mente.
Así transcurre tu dorada complacencia
Y así también mi repetida incertidumbre,
Me haces creer que nos separa la decencia,
Cuando en verdad nos tiene lejos la costumbre.
Hasta que un día se den vuelta los papeles
Y nuestras rutas se nos vayan acercando.
La vida busca como el agua los niveles:
Cuídate bien porque el momento está llegando

Corrido of Arrogance

Listen to me, you who own this world,
For I am within this world where you command,
I am nothing more than a proud and wandering bard,
Who always knows exactly where he is going.
In the carriages of this train that is life,
You travel in first class, your head held high.
I wander on foot with my routine of dying,
And even my death goes only in third class.
You walk through life arm in arm with the good,
And your paths always rise like scales.
In my existence I sleep barely with sorrow,
And if I hang from a star, it is the bad one.
The beach, the sun, the sea, the coastal light,
Are the jewels with which you adorn your relaxation.
The cold, the dust, the wind, the drink, are my signs,
And fatigue, my crown of labor.
The late night was invented for your kisses,
And in many arms you dawn monthly.
The night chills me to the bone,
And not even the cups can tear you from my mind.
Thus your golden complacency passes,
And so does my repeated uncertainty,
You make me believe that decency separates us,
When in truth it is custom that keeps us apart.
Until one day the roles are reversed,
And our paths begin to draw near.
Life seeks levels like water:
Take good care, for the moment is approaching.