Текст и перевод песни Javier Krahe - Vecindario (En Directo)

Vecindario (En Directo)

Mi esposa padece furor uterino,
No damos abasto ni yo ni el vecino.
Y a mí me da pena del pobre Avelino.
Cada dos por tres me invento algún viaje
Para reponerme de su amor salvaje
Y ella, en cuanto salgo, le ordena que baje.
Ya se rasga su camisón.
Desde el descansillo lo llama: ¡Avelino!
Y el hombre respinga, se pone mohino,
Le entra como angustia, maldice su sino.
Lo ves vacilante bajar la escalera
Sabiendo de sobra qué es lo que le espera
En cuanto se encierre con tamaña fiera,
Desprovista de compasión,
Cuyo arte de amar es tan sólo el barroco,
Las líneas sencillas le dicen bien poco,
Quiere garabatos de volverse loco,
Y eso al tercer polvo lo deja hecho cisco,
Es un ser humano, no es un obelisco,
Y preferiría escuchar un disco
O mirar la televisión.
Leer poesía, comer huevos fritos,
Ver desde el balcón pasar lo aerolitos,
Pero ella lo cuadra con un par de gritos:
¡Tráete esa panoplia y vuelve a la cama,
Aún no has apagado la menor llama!
Y él ve la panoplia y es un panorama.
Y hace de tripas corazón.
Allá va el buen hombre a su hercúleo trabajo,
Mientras le hace cosas reza por lo bajo
Para que, mañana, yo regrese al tajo.
Y, por esa noche la cuestión resuelta,
En la pensión Paqui, que está allí, a la vuelta,
Mientras tanto yo duermo a pierna suelta,
Sin caerme de mi colchón.
Yo, que era la imagen del romanticismo,
Hoy, os lo confieso, me puede el cinismo,
Y al pobre Avelino le pasa lo mismo.
Cuando me lo cruzo me dice: Vicente,
Yo sólo te quiero de cuerpo presente.
No sé si está haciendo un chiste inocente,
O es que se pasa de guasón.
Y a mí qué me cuenta, que no viva arriba,
Pero ya que vive, pues que se desviva
Y haga lo posible por esa excesiva
Que, al no darle abasto, nunca se nos sacia,
Y a su mismo sexo no siendo reacia,
También me da pena de la pobre Engracia.
Pero eso es otra canción.

Neighborhood (Live)

My wife suffers from uterine fury,
The neighbor and I can't keep up.
And I feel sorry for poor Avelino.
Every now and then I invent a trip
To recover from her savage love
And when I leave, she orders him to come down.
Now she tears at her nightgown.
From the landing she calls him: Avelino!
And the man snorts, he becomes sullen,
He feels anxious, he curses his fate.
You see him hesitantly coming down the stairs
Knowing perfectly well what awaits him
As soon as he locks himself with such a savage,
Devoid of compassion,
Whose art of love is only baroque,
Simple lines mean little to her,
She wants scribbles that drive her mad,
And by the third fuck he is shattered,
He is a human being, not an obelisk,
And he would rather listen to a record
Or watch television.
Reading poetry, eating fried eggs,
Watching the meteorites pass from the balcony,
But she squares him up with a couple of shouts:
Bring that panoply and come back to bed,
You haven't quenched the smallest flame!
And he sees the panoply and it is a panorama.
And he makes a virtue of necessity.
There goes the good man to his Herculean task,
While he does things to her, he prays inside
For tomorrow, I will return to work.
And for that night, the matter is resolved,
In Pensión Paqui, which is over there, around the corner,
In the meantime, I sleep soundly,
Without falling off my mattress.
I, who was the image of romanticism,
Today, I confess, cynicism gets to me,
And poor Avelino feels the same way.
When I pass him he says: Vicente,
I only want your body present.
I don't know if he's making an innocent joke,
Or if he's being too funny.
And what does he tell me, that I don't live upstairs,
But since he lives there, then let him live it up
And do his best for that excessive woman,
Who, since she can't handle him, is never satisfied,
And since she is not averse to her own sex,
I also feel sorry for poor Engracia.
But that's another song.