Текст и перевод песни Jorge Valdez - Adios Chantecler

Adios Chantecler

Te redujo a escombros la fría piqueta
Y, al pasar de noche mirando tus ruinas,
Este milonguero se siente poeta
Y a un tango muy triste le pone sordina.

Entre aquellas rojas cortinas de pana,
De tus palcos altos que ahora no están,
Se asomaba siempre madama Ricana
Cubierta de alhajas, bebiendo champán.

Entre risas alegres y chistes,
Siempre estaba apenada René,
Y de verla tan linda y tan triste
Fue por eso que me enamoré.

Hoy ni ella está más en la sala,
Ni tampoco entro yo al cabaret,
Se vinieron abajo tus galas
Bullanguero y cordial Chantecler.

En la noches bravas que el tango era un rito,
Vibraba la sala con ritmo nervioso,
Porque en ese entonces estaba Juancito
Tallando en su orquesta su estilo famoso.

Ya no queda nada y aquello no existe,
Ni tus bailarinas ni tu varieté.
Príncipe Cubano, te veo muy triste
Pasar silencioso, frente al Chantecler.

Ya no queda nada y aquello no existe,
Ni tus bailarinas ni tu varieté.
Te veo muy triste pasar silencioso,
Príncipe cubano, frente al Chantecler.

Goodbye Chantecler

The cold pickaxe has reduced you to rubble
And as I pass by your ruins at night,
This milonguero feels himself a poet
And puts a mute on a very sad tango.

Between those red velvet curtains,
Of your high boxes that are now gone,
Madama Ricana always leaned out
Covered in jewels, drinking champagne.

Between joyful laughter and jokes,
René was always sad,
And it was because of seeing her so beautiful and so sad
That I fell in love.

Today, neither is she in the room,
Nor do I enter the cabaret,
Your finery has fallen down
Boisterous and warm Chantecler.

On fierce nights when tango was a ritual,
The room vibrated with a nervous rhythm,
Because in those days Juancito was there
Carving his famous style into his orchestra.

Nothing remains and that no longer exists,
Neither your dancers nor your vaudeville.
Cuban Prince, I see you pass by very sadly,
Silent in front of the Chantecler.

Nothing remains and that no longer exists,
Neither your dancers nor your vaudeville.
I see you pass by very sadly,
Silent Cuban Prince, in front of the Chantecler.