Текст песни Otras Se Pierden - Morat

Lo peor son los primeros cinco días
Hay esperanza, pero luego se va
Llega el sexto y te armas de valentía
Y te prometes no volverla a buscar

Para ese entonces le has devuelto su ropa y le has rogado a ese trago
Que no te obligue a llamarla (¡eh!)
Y aunque tal vez quemaste todas las cosas que escribiste a su lado
Nada te ayuda a olvidarla

Te hacen falta tantas noches en vela
De esas que al doler solo te hacen más fuerte (¡eh!)
Porque si el amor es un juego sin reglas
Unas se ganan y otras se pierden (¡eh!)
Te hacen falta tantas noches en vela
No se aprende a amar ni se olvida por suerte (¡eh!)
Porque en el amor pasa igual que en la guerra
Unas se ganan y otras se pierden

Pasan seis meses que parecen seis vidas
Y aunque hay mil flechas que quisieras usar
Habría que ser experto en anatomía
Para apuntarle a un corazón que no está

Para ese entonces le has devuelto su ropa y le has rogado a ese trago
Que no te obligue a llamarla (¡eh!)
Y aunque tal vez quemaste todas las cosas que escribiste a su lado
Nada te ayuda a olvidarla

Te hacen falta tantas noches en vela
De esas que al doler solo te hacen más fuerte (¡eh!)
Porque si el amor es un juego sin reglas
Unas se ganan y otras se pierden (¡eh!)
Te hacen falta tantas noches en vela
No se aprende a amar ni se olvida por suerte (¡eh!)
Porque en el amor pasa igual que en la guerra
Unas se ganan y otras se pierden

Para olvidar no hay atajos (no, oh-oh)
Su nombre quiebra tu voz (su nombre quiebra todo)
Pero el tiempo hace el trabajo de juntar los pedazos si se rompe el amor

Te hacen falta tantas noches en vela
De esas que al doler solo te hacen más fuerte
Porque si el amor es un juego sin reglas
Unas se ganan y otras se pierden (¡eh!)
Te hacen falta tantas noches en vela
No se aprende a amar ni se olvida por suerte (¡eh!)
Porque en el amor pasa igual que en la guerra (que en la guerra)
Unas se ganan...

Después de un año ves que sigues con vida
Pues nadie ha muerto al intentar olvidar
Y aunque su amor dejó un llama prendida
Estás a un beso de poderla apagar