Songtexte Miserere Canyengue - Astor Piazzolla

Hoy, que a los poetas y a los pungas y a las locas
Les saldrá otra vez un cuervo blanco por la boca
Hoy, que por el dos profundo y fijo de los dados
Miran de otro mundo dos ojitos alunados
Hoy, que irá a buscar su par por bares espantosos
La cansada pierna de neón de un luminoso
Hoy, que en la aburrida tangazón de algún cortado, un arlequín
Que vio la punta del piolín
Se hundió abrazado de un terrón

Con restos de antiguos frescones en llamas
Pondremos candiles las viejas madamas
Atávicos signos de supersticiones
Tendrán nuestras uñas de antiguos ladrones
Las viejas madamas abriendo los lechos
Tendremos la hoja de té entre los pechos
Con un antifaz de charol en la jeta
Daremos maitines con dos palanquetas
Que hoy viene la Niña y estarán en flor
La yeta y el vino y un re muy menor

Porque estaba escrito con sal en los muros
De esta catacumba porteñezca y sora
Y abrimos al grito de siete bandolas
Un séptimo censo en un fardo inmaduro
Porque estaba escrito con tango este día
Y afuera hay olvido y es martes y es trece
Dará un negro gallo de sangre tres veces
La pascua canyengue que anuncia María

Ya viene la Niña buscando el mulato
Camino al abismo montada en su gato

Son reas candelas de luz en cuclillas
Sus ojos que alumbran corriendo las lozas
Pequeñas auroras polares de cosas
Muy viejas que habitan las alcantarillas
Le queman las noches detrás de la frente
Como húmedas monjas de polvo que zurcen
Rezando morbosas milongas
Sus dulces, calladas y extrañas ojeras calientes

La Niña ha llegado, la Niña cayó
Diremos un cántico en clave de no

Desde hoy para siempre condeno a tu sombra
Que en pena y robada a la mano de Dios
Regrese al asfalto dramática y sora
Y arrastre tu culpa bien hembra y bien sombra
Sangrada por siete navajas de sol

María torcaza, María en el buche
Te harán los martirios su sórdido estuche
María de un beso, María qué risa
Te trincan los muslos dos manos precisas
María de un whisky, María en las rocas
Qué gusto a la vuelta tendrás en la boca
María bufosa, María de amén
Y un punto escarlata tendrás en la sien

Allá va la sombra de María a su otro infierno
Sólo queda aquí la vaina rosa de su cuerpo
Tiene todo el mal del mundo en flor
Cabal y abierto hasta el final
Y sin embargo el corazón
Se le ha negado a ser peor

Ladrón, antiguo mayor
Su corazón está muerto