Songtexte La Calandria - Los Relampagos Del Norte
                                                En 
                                                una 
                                                jaula 
                                                de 
                                                oro, 
                                                pendiente 
                                                de 
                                                un 
                                                balcón, 
                                                se 
                                                hallaba 
                                                una 
                                                calandria 
                                                cantando 
                                                su 
                                                dolor.
 
                                    
                                
                                                Hasta 
                                                que 
                                                un 
                                                gorrioncillo, 
                                                    a 
                                                su 
                                                jaula 
                                                llego, 
                                                si 
                                                usted 
                                                puede 
                                                sacarme, 
                                                con 
                                                usted 
                                                yo 
                                                me 
                                                voy.
 
                                    
                                
                                                El 
                                                pobre 
                                                gorrioncillo 
                                                de 
                                                ella 
                                                se 
                                                enamoro, 
                                                    y 
                                                el 
                                                pobre 
                                                como 
                                                pudo 
                                                los 
                                                alambres 
                                                rompió.
 
                                    
                                
                                                La 
                                                malvada 
                                                calandria 
                                                después 
                                                que 
                                                la 
                                                sacó, 
                                                tan 
                                                luego 
                                                se 
                                                vio 
                                                libre.
 
                                    
                                
                                                voló, 
                                                voló 
                                                    y 
                                                voló.
 
                                    
                                
                                                El 
                                                pobre 
                                                gorrioncillo 
                                                todavía 
                                                la 
                                                siguió, 
                                                    a 
                                                ver 
                                                si 
                                                le 
                                                cumplía 
                                                lo 
                                                que 
                                                le 
                                                prometió.
 
                                    
                                
                                                La 
                                                malvada 
                                                calandria 
                                                esto 
                                                le 
                                                contesto: 
                                                Yo 
                                                    a 
                                                usted 
                                                ni 
                                                lo 
                                                conozco 
                                                ni 
                                                presa 
                                                he 
                                                sido 
                                                yo.
 
                                    
                                
                                                El 
                                                pobre 
                                                gorrioncillo 
                                                de 
                                                ahí 
                                                se 
                                                regreso, 
                                                se 
                                                paro 
                                                en 
                                                un 
                                                manzano 
                                                lloro, 
                                                lloro 
                                                    y 
                                                lloro 
                                                ahora 
                                                en 
                                                esa 
                                                jaula 
                                                pendiente 
                                                del 
                                                balcón 
                                                se 
                                                encuentra 
                                                el 
                                                gorrioncillo 
                                                cantando 
                                                su 
                                                dolor.
 
                                    
                                Attention! Feel free to leave feedback.
                 
             
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                         
                                                        