Songtexte Ventanita de Arrabal - Osvaldo Pugliese , Jorge Vidal
                                                En 
                                                el 
                                                barrio 
                                                Caferata
 
                                    
                                
                                                donde 
                                                queda 
                                                el 
                                                viejo 
                                                conventillo,
 
                                    
                                
                                                con 
                                                los 
                                                pisos 
                                                de 
                                                ladrillo,
 
                                    
                                
                                                minga 
                                                de 
                                                puerta 
                                                cancel,
 
                                    
                                
                                                se 
                                                detiene 
                                                un 
                                                organito
 
                                    
                                
                                                que 
                                                de 
                                                tarde 
                                                va 
                                                pasando,
 
                                    
                                
                                                    y 
                                                está 
                                                la 
                                                piba 
                                                esperando
 
                                    
                                
                                                que 
                                                pase 
                                                el 
                                                muchacho 
                                                aquel.
 
                                    
                                
                                                Aquel 
                                                que 
                                                solito
 
                                    
                                
                                                volvió 
                                                al 
                                                conventillo,
 
                                    
                                
                                                trayendo 
                                                en 
                                                los 
                                                ojos 
                                                el
 
                                    
                                
                                                funyi 
                                                marrón;
 
                                    
                                
                                                botín 
                                                enterizo,
 
                                    
                                
                                                el 
                                                cuello 
                                                con 
                                                brillo,
 
                                    
                                
                                                pidió 
                                                una 
                                                guitarra
 
                                    
                                
                                                    y 
                                                pa'ella 
                                                cantó.
 
                                    
                                
                                                Aquel 
                                                que, 
                                                un 
                                                domingo,
 
                                    
                                
                                                bailaron 
                                                un 
                                                tango;
 
                                    
                                
                                                aquel 
                                                que 
                                                le 
                                                dijo:
 
                                    
                                
                                                "Me 
                                                muero 
                                                por 
                                                vos";
 
                                    
                                
                                                aquel 
                                                que 
                                                su 
                                                almita
 
                                    
                                
                                                arrastró 
                                                por 
                                                el 
                                                fango,
 
                                    
                                
                                                aquel 
                                                que 
                                                    a 
                                                la 
                                                reja
 
                                    
                                
                                                más 
                                                nunca 
                                                volvió.
 
                                    
                                
                                                [Ventanita 
                                                del 
                                                suburbio
 
                                    
                                
                                                donde 
                                                siempre 
                                                hay 
                                                flores,
 
                                    
                                
                                                yo 
                                                también 
                                                abandonado
 
                                    
                                
                                                me 
                                                encontraba 
                                                en 
                                                el 
                                                bulín]
 
                                    
                                
                                                Aquel 
                                                que 
                                                solito
 
                                    
                                
                                                volvió 
                                                al 
                                                conventillo,
 
                                    
                                
                                                trayendo 
                                                en 
                                                los 
                                                ojos 
                                                el
 
                                    
                                
                                                funyi 
                                                marrón;
 
                                    
                                
                                                botín 
                                                enterizo,
 
                                    
                                
                                                el 
                                                cuello 
                                                con 
                                                brillo,
 
                                    
                                
                                                pidió 
                                                una 
                                                guitarra
 
                                    
                                
                                                    y 
                                                pa'ella 
                                                cantó.
 
                                    
                                
                                                Aquel 
                                                que, 
                                                un 
                                                domingo,
 
                                    
                                
                                                bailaron 
                                                un 
                                                tango;
 
                                    
                                
                                                aquel 
                                                que 
                                                le 
                                                dijo:
 
                                    
                                
                                                "Me 
                                                muero 
                                                por 
                                                vos";
 
                                    
                                
                                                aquel 
                                                que 
                                                su 
                                                almita
 
                                    
                                
                                                arrastró 
                                                por 
                                                el 
                                                fango,
 
                                    
                                
                                                aquel 
                                                que 
                                                    a 
                                                la 
                                                reja
 
                                    
                                
                                                más 
                                                nunca 
                                                volvió.
 
                                    
                                
                                                Letra: 
                                                Pascual 
                                                Contursi
 
                                    
                                
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