Lyrics Exiliado - Gabriel
(Que
le
voy
a
hacer
si
me
ha
tocado
ser
un
masoca,
Pensaba
en
llamarte,
pero
ahora
es
tarde)
Pensaba
en
llamarte,
pero
ahora
es
tarde,
Zanjando
asuntos
y
quemando
postales,
Cavando
en
mis
memorias,
extraigo
minerales,
Recuerdo
tu
sonrisa,
y
me
pierdo
en
los
mares.
Cuando
me
vaya,
y
todo
finalmente
acabe,
Podrás
decir
que
yo
fui
el
malo,
el
farsante,
No
me
importa,
ahora
que
me
tienes
delante,
Mentirás
y
dirás
que
nunca
fui
importante.
Claro
cielo
azul,
y
un
sol
tan
brillante,
Empezar
de
nuevo,
y
ser
consecuente
compadre,
Con
mesura
aunque
la
balanza
se
decante,
Ten
cuidado,
hay
mucho
sapo
en
este
estanque.
Sin
pensar
en
grande,
no
vas
a
ninguna
parte,
Escalo
posiciones
sin
nadie
que
me
respalde,
Si
te
sale
mal,
no
tienes
porque
frustrarte,
Y
sigue
peleando
para
que
no
sea
en
balde.
Todos
son
raperos,
no
todo
es
lo
que
parece,
Yo
elegí
en
esta
vida
ser
mi
propio
jefe,
Yo
sigo
a
la
mía,
mientras
su
envidia
crece,
Y
después
de
tanto
crecimiento,
la
raíz
se
tuerce.
Mi
vida
es
una
incesable
ruleta
rusa,
Hasta
que
las
balas
se
agoten,
esa
es
la
premisa,
No
creo
en
sus
cuentos,
ni
cuento
cuántos,
Sólo
creo
en
mi
y
me
conformo
con
mis
cantos.
Soy
un
rebelde
pero
con
causa,
mamá,
Siento
las
veces
que
te
hice
llorar
en
la
almohada,
Ellos
me
buscan,
no
soy
su
Dalai
Lama,
Rapeando
seguro
que
yo
les
daría
caña.
Mis
letras
reflejan
toda
esta
angustia,
Si
no
riegas
la
flor,
esta
siempre
acaba
mustia,
Ellos
se
preocupan
por
algo
que
me
asusta,
Incapaces
de
entender
que
la
verdad
no
se
oculta.
Hoy
en
día
es
fácil
llamar
a
cualquiera
hermano,
Pero
a
la
que
te
giras,
ya
te
están
dando
de
lado,
Y
a
veces
sin
girarte,
tres
puñales
te
han
clavado,
Todas
las
personas
tienen
más
teclas
que
un
piano.
Esa
misma
rabia
que
me
lleva
a
escribir,
Es
la
misma
que
hace
que
sea
capaz
de
revivir,
Siento
que
dentro
de
mi
se
encuentra
el
elixir,
La
cura
y
la
enfermedad
no
dialogan
entre
si.
Exiliado
de
este
mundo,
intentando
no
romperme,
Ya
no
encuentro
la
paz,
ni
nada
que
la
albergue,
Me
mantengo
firme,
la
mirada
enfrente,
Los
que
querían
verme
abajo,
ahora
me
temen.
Como
un
barco
a
la
deriva,
con
el
alma
rota,
Los
pedazos
esparcidos
por
la
borda,
Por
quererte
acabé
perdiendo
el
norte
loca,
Y
que
le
voy
a
hacer
si
me
ha
tocado
ser
un
masoca.
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