Lyrics Cuan Gloriosa Sera la Manana - Ricardo Rodríguez
                                                Cuán 
                                                gloriosa 
                                                será 
                                                la 
                                                mañana
 
                                    
                                
                                                Cuando 
                                                venga, 
                                                Jesús 
                                                el 
                                                Salvador
 
                                    
                                
                                                Las 
                                                naciones 
                                                unidas 
                                                como 
                                                hermanas
 
                                    
                                
                                                Bienvenida 
                                                daremos 
                                                al 
                                                Señor
 
                                    
                                
                                                No 
                                                habrá 
                                                necesidad 
                                                de 
                                                la 
                                                luna, 
                                                el 
                                                resplandor
 
                                    
                                
                                                Ni 
                                                el 
                                                sol 
                                                dará 
                                                su 
                                                luz, 
                                                ni 
                                                tampoco 
                                                su 
                                                calor
 
                                    
                                
                                                Allí 
                                                llanto 
                                                no 
                                                habrá, 
                                                ni 
                                                tristezas 
                                                ni 
                                                dolor
 
                                    
                                
                                                Porque 
                                                entonces, 
                                                Jesús 
                                                el 
                                                Rey 
                                                de 
                                                gloria
 
                                    
                                
                                                Para 
                                                siempre 
                                                será 
                                                el 
                                                consolador
 
                                    
                                
                                                El 
                                                cristiano 
                                                fiel 
                                                    y 
                                                verdadero
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                también 
                                                el 
                                                obrero 
                                                de 
                                                valor
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                la 
                                                iglesia, 
                                                la 
                                                esposa 
                                                del 
                                                cordero
 
                                    
                                
                                                Estarán 
                                                en 
                                                los 
                                                brazos 
                                                del 
                                                Señor
 
                                    
                                
                                                No 
                                                habrá 
                                                necesidad 
                                                de 
                                                la 
                                                luna, 
                                                el 
                                                resplandor
 
                                    
                                
                                                Ni 
                                                el 
                                                sol 
                                                dará 
                                                su 
                                                luz, 
                                                ni 
                                                tampoco 
                                                su 
                                                calor
 
                                    
                                
                                                Allí 
                                                llanto 
                                                no 
                                                habrá, 
                                                ni 
                                                tristezas 
                                                ni 
                                                dolor
 
                                    
                                
                                                Porque 
                                                entonces 
                                                Jesús 
                                                el 
                                                Rey 
                                                de 
                                                gloria
 
                                    
                                
                                                Para 
                                                siempre 
                                                será 
                                                el 
                                                consolador
 
                                    
                                
                                                Esperemos 
                                                la 
                                                mañana 
                                                gloriosa
 
                                    
                                
                                                Para 
                                                dar 
                                                la 
                                                bienvenida 
                                                al 
                                                Rey 
                                                de 
                                                amor
 
                                    
                                
                                                Donde 
                                                todo 
                                                será 
                                                color 
                                                de 
                                                rosa
 
                                    
                                
                                                En 
                                                la 
                                                santa 
                                                presencia 
                                                del 
                                                Señor
 
                                    
                                
                                                No 
                                                habrá 
                                                necesidad 
                                                de 
                                                la 
                                                luna 
                                                el 
                                                resplandor
 
                                    
                                
                                                Ni 
                                                el 
                                                sol 
                                                dará 
                                                su 
                                                luz, 
                                                ni 
                                                tampoco 
                                                su 
                                                calor
 
                                    
                                
                                                Allí 
                                                llanto 
                                                no 
                                                habrá, 
                                                ni 
                                                tristezas 
                                                ni 
                                                dolor
 
                                    
                                
                                                Porque 
                                                entonces 
                                                Jesús 
                                                el 
                                                Rey 
                                                de 
                                                gloria
 
                                    
                                
                                                Para 
                                                siempre 
                                                será 
                                                el 
                                                consolador
 
                                    
                                
                                                Oh, 
                                                no 
                                                habrá 
                                                necesidad 
                                                de 
                                                la 
                                                luna, 
                                                el 
                                                resplandor
 
                                    
                                
                                                Ni 
                                                el 
                                                sol 
                                                dará 
                                                su 
                                                luz, 
                                                ni 
                                                tampoco 
                                                su 
                                                calor
 
                                    
                                
                                                Allí 
                                                llanto 
                                                no 
                                                habrá, 
                                                ni 
                                                tristezas 
                                                ni 
                                                dolor
 
                                    
                                
                                                Porque 
                                                entonces 
                                                Jesús 
                                                el 
                                                Rey 
                                                de 
                                                gloria
 
                                    
                                
                                                Para 
                                                siempre 
                                                será 
                                                el 
                                                consolador, 
                                                ooh-eeh-eeh
 
                                    
                                Attention! Feel free to leave feedback.