Текст песни Romanza del Duende - Astor Piazzolla

Aquí, en este mágico bar talismanero
Se sabe casi todo, lo cuentan de escolazo
Las sotas y los reyes, ventrílocos cabreros
De cosas que el destino fermenta entre los mazos
Aquí, colgao al ñato revés de cada vaso
Nos mira el ojo quieto y abierto de locura
Que algún discípolin que quiso verle los pasos
Al diablo cosió con un hilito de amargura
Desde esta copa que el duende
Por triste se está fajando
Tres marionetas borrachas de cosas
Lo campaneamos
Aquí, donde mañana sabe a antaño
Buscando a Dios yo vi de escalofrío
Que estaban lo que quiero y lo que extraño
Cortao a esa sazón, como el tamaño
Del grano da el tamaño del espío
Aquí, en cada botella cabe un río
Y al fondo de ese río hay otro estaño
Y en curda, en ese estaño, un verso mío
Y en él, la plata triste de otro río
Que me hizo duende, me hizo hace mil años
Al duende, que en la operita
Venía el cuento contando
Se le ha perdido una sombra
Y en curda la irá llamando
De mí, jugao a vos, te mando
Este retazo de tango con ojeras
Que allá en tu pena, entero, removerá
En la amarga ceniza de tus pasos
La bronca enamorada de un canto compañero
De mí y adonde me oigas irán hasta tu cero
Dos lucas de rubionas, gironas y melatos
A echar sobre tu sombra un fato de luceros
Los huesos de Oligari conocen de este fato
Pobre duende, anda por esa sombrita
Desesperado, y nos pide a los compinches
Que a ella llevemos su llanto
De mí, y en donde estés, con una fuerza de locos
Como un himno estrafalario, tan hondo
Sonará el concierto mersa que un viejo ciego
A vos, te hará en la tersa morena
De su reo Stradivari
De mí y en donde estés pondré un plenario
De dulces duendecitos que retuerza
La niebla de tu piel, y un tabernario
Rumor de nazarenos carcelarios
Dirá tu anunciación en parla inversa
Iremos todos, don duende, los puntos de este curdato
A llevarle a la pequeña, de parte suya, un milagro
Y así que vos renazcas, sabrás que trampa
Tiene la yerba en su garrita
Y el cielo del agujero que mira del zapato
La lluvia que no viene y un sorbo
De esa lluvia y el tiempo en su tientero
Y así, María, así, María, así, por cada quiero
Las nueve lunas locas y en celo
De un infarto de luz, te harán en torno
Los guiños sensibleros de un baile
Amanecido de risas y de partos
Ya vamos, sombra María, con el diciembre
Y los cantos que está amasándote el duende
Con el polen de este estaño
Así, por un silencio de corchea vendrá
Por fin tu día, un alazano domingo
Que te hará, con las más feas hojitas
De un laurel de olor, la rea
Y angélica belleza de sus ramos
Tu día nacerá del meridiano cachuzo
Del umbral en donde hornea su misa
Algún poeta a contramano, así sea
María, de cristiano, así de tuyo y nuestro
Que así sea