Текст и перевод песни Carlos Gardel - Del Barrio De Las Latas

Del Barrio De Las Latas

Del barrio de las latas
Se vino pa′ Corrientes
Con un par de alpargatas
Y pilchas indecentes
La suerte tan mistonga
Un tiempo lo trató
Hasta que al fin, un día
Beltrán se acomodó

Hoy lo vemos por las calles
De corrientes y esmeralda
Estribando unas polainas
Que dan mucho dique al pantalón

No se acuerda que en Boedo
Arreglaba chancha'e bochas
Ni de aquella vieja chocha por él
Que mil veces lo ayudó

Y allá, de tarde en tarde
Haciendo comentarios
Las viejas, con los chismes
Revuelven todo el barrio
Y dicen en voz baja
Al verlo, un gran señor:
"¿Tal vez algún descuido
Que el mozo aprovechó?"

Pero yo, que sé la historia
De la vida del muchacho
Que del barrio de los tachos llegó
Por su pinta, hasta el salón

Aseguro que fue un lance
Que quebró su mala racha
Una vieja muy ricacha con quien
El muchacho se casó

Del barrio de las latas
Se vino pa′ Corrientes
Con un par de alpargatas
Y pilchas indecentes
La suerte tan mistonga
Un tiempo lo trató
Hasta que al fin, un día
Beltrán se acomodó

From the Barrio de las Latas

From the barrio de las latas
He came to Corrientes
With a pair of alpargatas
And indecent clothes
Fate was so fickle
It treated him for a while
Until finally, one day
Beltrán settled in

Today we see him on the streets
Of Corrientes and Esmeralda
Strutting around in polainas
That give his pants a lot of style

He doesn't remember that in Boedo
He used to fix pig's feet
Nor of that crazy old woman who
Helped him a thousand times

And over there, from time to time
Making comments
The old women, with their gossip
Stir up the whole neighborhood
And they say in hushed tones
When they see him, a great lord:
"Perhaps some oversight
That the boy took advantage of?"

But I, who know the story
Of the boy's life
Who came from the barrio de los tachos
Because of his looks, even to the ballroom

I assure you it was a fling
That broke his bad luck
A very rich old woman who
The boy married

From the barrio de las latas
He came to Corrientes
With a pair of alpargatas
And indecent clothes
Fate was so fickle
It treated him for a while
Until finally, one day
Beltrán settled in