Текст песни Pelao - Carlos Gardel
                                                Saraca, 
                                                muchachos, 
                                                dequera 
                                                un 
                                                casorio
 
                                    
                                
                                                ¡Uy, 
                                                Dios, 
                                                qué 
                                                de 
                                                mink!, 
                                                ′tá 
                                                todo 
                                                alfombrao
 
                                    
                                
                                                Saraca, 
                                                muchachos, 
                                                dequera 
                                                un 
                                                casorio
 
                                    
                                
                                                ¡Uy, 
                                                Dios, 
                                                qué 
                                                de 
                                                mink!, 
                                                'tá 
                                                todo 
                                                alfombrao
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                aquellos 
                                                pebetes, 
                                                gorriones 
                                                del 
                                                barrio
 
                                    
                                
                                                Acuden 
                                                gritando: 
                                                "padrino 
                                                pelao"
 
                                    
                                
                                                El 
                                                barrio 
                                                alborotan 
                                                con 
                                                su 
                                                algarabía
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                allí, 
                                                en 
                                                la 
                                                vereda, 
                                                se 
                                                ve 
                                                entre 
                                                el 
                                                montón
 
                                    
                                
                                                El 
                                                rostro 
                                                marchito 
                                                de 
                                                alguna 
                                                pebeta
 
                                    
                                
                                                Que 
                                                ya 
                                                para 
                                                siempre 
                                                perdió 
                                                su 
                                                ilusión
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                así, 
                                                por 
                                                lo 
                                                bajo, 
                                                las 
                                                viejas 
                                                del 
                                                barrio
 
                                    
                                
                                                Comentan 
                                                la 
                                                cosa 
                                                con 
                                                admiración:
 
                                    
                                
                                                "¿Ha 
                                                visto, 
                                                señora? 
                                                ¡Qué 
                                                poca 
                                                vergüenza!
 
                                    
                                
                                                Vestirse 
                                                de 
                                                blanco 
                                                después 
                                                que 
                                                pecó"
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                un 
                                                tano 
                                                cabrero 
                                                rezonga 
                                                en 
                                                la 
                                                puerta
 
                                    
                                
                                                Porque 
                                                    a 
                                                un 
                                                compadrito 
                                                manyó 
                                                el 
                                                estofao:
 
                                    
                                
                                                "Aquí, 
                                                en 
                                                esta 
                                                casa, 
                                                osté 
                                                no 
                                                me 
                                                entra
 
                                    
                                
                                                Me 
                                                son 
                                                dado 
                                                cuenta 
                                                que 
                                                osté 
                                                es 
                                                un 
                                                colao"
 
                                    
                                
                                                Vamos, 
                                                vamos, 
                                                fuera 
                                                de 
                                                aquí, 
                                                compadrito
 
                                    
                                
                                                Viene 
                                                per 
                                                cumer 
                                                la 
                                                macita 
                                                    y 
                                                tocar 
                                                la 
                                                muchacha
 
                                    
                                
                                                No 
                                                tiene 
                                                vergüenza, 
                                                ¿o 
                                                qué?
 
                                    
                                
                                                Saraca, 
                                                muchachos, 
                                                gritemos 
                                                más 
                                                fuerte
 
                                    
                                
                                                ¡Uy, 
                                                Dios, 
                                                qué 
                                                amarrete! 
                                                Ni 
                                                un 
                                                cobre 
                                                ha 
                                                tirao
 
                                    
                                
                                                Qué 
                                                bronca, 
                                                muchachos, 
                                                se 
                                                hizo 
                                                el 
                                                otario
 
                                    
                                
                                                Gritemos, 
                                                Pulguita: 
                                                "padrino 
                                                pelao"
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                aquella 
                                                pebeta 
                                                que 
                                                está 
                                                en 
                                                la 
                                                vereda
 
                                    
                                
                                                Contempla 
                                                con 
                                                pena 
                                                    a 
                                                la 
                                                novia 
                                                al 
                                                pasar
 
                                    
                                
                                                Se 
                                                llena 
                                                de 
                                                angustia 
                                                su 
                                                alma 
                                                marchita
 
                                    
                                
                                                Pensando 
                                                que 
                                                nunca 
                                                tendrá 
                                                el 
                                                blanco 
                                                ajuar
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                así, 
                                                por 
                                                lo 
                                                bajo, 
                                                las 
                                                viejas 
                                                del 
                                                barrio
 
                                    
                                
                                                Comentan 
                                                la 
                                                cosa 
                                                con 
                                                admiración:
 
                                    
                                
                                                "¿Ha 
                                                visto, 
                                                señora? 
                                                ¡Qué 
                                                poca 
                                                vergüenza!
 
                                    
                                
                                                Vestirse 
                                                de 
                                                blanco 
                                                después 
                                                que 
                                                pecó"
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                un 
                                                tano 
                                                cabrero 
                                                rezonga 
                                                en 
                                                la 
                                                puerta
 
                                    
                                
                                                Porque 
                                                    a 
                                                un 
                                                compadrito 
                                                manyó 
                                                el 
                                                estofao:
 
                                    
                                
                                                "Aquí, 
                                                en 
                                                esta 
                                                casa, 
                                                osté 
                                                no 
                                                me 
                                                entra
 
                                    
                                
                                                (¿Por 
                                                qué 
                                                don 
                                                Antonio 
                                                no 
                                                me 
                                                deja 
                                                entrar?) 
                                                ¿Eh?
 
                                    
                                
                                                Me 
                                                son 
                                                dado 
                                                cuenta 
                                                que 
                                                osté 
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                            1 La Catedradica
2 Milonguita
3 Pelao
4 Amor Pagano
5 Trianera
6 Soy Una Fiera
7 Cuando Tú No Estás
8 Por una Cabeza
9 Parlez-Moi D'amour
10 Guitarra Mia
11 Tengo Miedo
12 Quiereme
13 Noche de Reyes
14 Tomo y Obligo
15 Caminito Del Taller
16 Volvió una Noche
17 Fea
18 Viejo smoking
19 Yira, Yira
20 Añoranzas
21 La muchacha del circo
22 Zorro Gris
23 Recuerdo Malevo
24 Enfunda La Mandolina
25 Rosas De Otoño
26 Mi Buenos Aires Querido
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