Jennifer Smith feat. Sir Simon Rattle, London Sinfonietta, Alexander Oliver & Peter Knapp - El Retablo de Maese Pedro - Puppet Opera (1923-Paris) текст песни

Текст песни El Retablo de Maese Pedro - Puppet Opera (1923-Paris) - Jennifer Smith feat. Sir Simon Rattle, London Sinfonietta, Alexander Oliver & Peter Knapp




Vengan, vengan a ver vuestras mercedes el retablo de la libertad de
Melisendra, que es una de las cosas más que ver que hay en el mundo
Siéntense todos
Atención, señores, que comienzo
Esta verdadera historia que aquí a vuesas mercedes se
Representa es sacada de las crónicas francesas y de
Los romances españoles que andan en boca de las gentes
Trata de la libertad que dio el señor don Gaiferos
A su esposa Melisendra, que estaba cautiva en España
En poder de moros, en la ciudad de Sansueña
Verán vuestras mercedes cómo está jugando a las tablas don
Gaiferos, según aquello que se canta: Jugando está a las
Tablas don Gaiferos, que ya de Melisendra se ha olvidado
Ahora verán vuestras mercedes cómo el emperador Carlomagno
Padre putativo de la tal Melisendra, mohínado de
Ver el ocio y descuido de su yerno, le sale a reñir
Y después de advertirle del peligro que corría su honra en no
Procurar la libertad de su esposa, dicen que le dijo: Harto se dicha
Míralo
Volviendo las espaldas y dejando despechado a don
Gaiferos, el cual, impaciente de la cólera, pide
Apriesa las armas y a don Roldán, su espada doriana
Adviertan luego, vuestras mercedes cómo Dándose la quiere
Prestar, ofreciéndole su compañera difícil y presa
Pero el valeroso enojado no la quiere recibir.Si bien
Estuviese metida en el más hondo centro de la tierra
Y con estos entra a armar para ponerse luego en camino
Y como se lamenta mientras el rey Basilio de San
Sueña, que he visto la insolencia del moro, su
Pariente gran privado, le manda luego aprender
Mientras el rey Basilio de San sueña que ha visto la insolencia
Del moro, su pariente gran privado, le manda luego aprender
Miren luego, vuestras mercedes, cómo llevan al moro a la plaza
De la ciudad, con chiladores delante y el paramiento es detrás
Y como luego le dan doscientos azotes, según sentencia del rey de
España, en que el acusado no sabía si era un juez ni recusar la
Culpa, porque entre moros no hay traslado la parte ni aprueba
Y estese como entre nosotros
Niño, niño, seguí vuestra historia en línea recta y nos
Metáis en las curvas y travesanes, que para sacar una
Verdad limpia un menester, son muchas pruebas y repruebas
Muchacho, no te metas en dibujos, sino has lo que ese señor te manda
Siguete en tu lado y no te metas en contrapuntos
Que se suela quebrar de sobriedad
Adelante
Miren ahora, don Gaiferos, que aquí parece
A caballo, camino de la ciudad de San Suero
Ahora veréis a la hermosa Melisendra, que ya vengada del atrevimiento
Del enamorado moro, se ha puesto a los miradores de la torre y habla
Con su esposo, creyendo que es algún pasajero, según aquello del
Romance que dice: Caballeros y afranciaides por Gaiferos preguntare
Veréis también cómo don Gaiferos se descubre y qué alegres
O ademanes hace Melisendra lo reconocer, descolgándose
Luego del balcón, y cómo don Gaiferos a Sedeña y poniéndola
Sobre las ancas de su caballo, toma de París la vía
Vais en paz, oh parcial par, libera de los
Caballos, que guisa salvariéntola, su patria
Los ojos de tus, los abrigos y colitis, vos guían con carios por
Fin a los días, que los de desterceran, que os dieron de la vida
Ya deja, muchacho, no te compres, que toda afectación es mala
Mire vuestras mercedes, como el rey Marsilio, el
Verano de la cuna de Melisendra, mandó tocar al alma
Y contempiesan, la ciudad se hunde con el sur de las
Campanas, todas las torres de las mezquitas suenan
Eso no, que es un gran disparate, porque entre moros
No se usa campanas, sino a tabales y dolzainas
No mire, pues a me enfele ni me rías, señor Don Quixote, use
Representan casi de ordinario mil comedias, llenas de mil
Disparates, y con todo eso siguen felicísima mente su carrera
Y hasta se escucha por admiración
Así es la verdad
Prosigue, muchacho
Miren, cuando hay tanto castillo, mi marido se ilusiona, el
Seguimiento de los dos caballos y montes
Cuantos rosarios que salen, cuantos profetas que
Suben, cuantos altavales y altavores que retumban
Digo que aquí no se hace más que salir a asaltar
Y morir a cada supercuro ni su mismo caballo
¡Joder!
¡Que te diga, caballo!
No le sigáis, no le sigáis
Si no, amigo, no es la batalla
No te follores, cobardes, maledrines, viles
Criaturas, que solo caballé, deje que me conviene
Deténgase, deténgase, pues a verte, mi señor Don Quixote
Mire que me destroye toda la tierra
Oh, bellaco, bellaco
Me has mirado el divino y desiguado
¡Claro de mí!
Y vosotros, maravilloso don Gaiferos
Perdón, soy el señor Angerizandra
Y ahora, soberbia de vuestros perseguidores, que hace
Por el suelo derribada por este vivo entre brazos
Y porque no empedesto a saber el nombre de vuestro libertador
Sabed que yo le llamo Don Quijote, caballero y cautivo de la sinuaya
¡Pasa, don Quijote!
Recador de
Oh, don Sinea, señora de mi alma.Bem, que é uma glória de mistério
E espreita o ladrão
No meio do caminho, a
Nem vem, vendendo tudo à
Noite, nem estreia
De mim, vendendo
A
Todos os donos da companhia
Cavaleiros e escudeiros, aceiteiros e diante de
Tanta gente em seu dia a dia
Nos domingos, sempre que fora de algum
Bem, perros!
E ela é formosa, bela e santa
Quisera eu ter aqui na diante aqueles que não creiam
Que quando prometo, são os cavaleiros do Amor
Dichosa ela em seus olhos, aquellos que vieram das batalhas
Deladiante a Paris, deles ou para o Fênix, parte de caminho até 1000
Que grande bloco de rendimento médio e obedeça aqui
E paga toda a carteira de numerários, tabariedos que com suas
Desafios, amores e batalhas, lhe é pago pelo ouro e a fama
Santa Maria
Ela errou e vai ter que pagar a conta
Das duas casas que vive na terra
E



Авторы: Matheu Manuel De Falla



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