Текст песни La Respuesta - Onell Diaz

Un día me arropó la soledad
Lleno de pensamientos de maldad
Una prisión que no podía escapar
Que me consumía adentro
Hasta que recordé que Dios es real
Que no había imposible para aquel que cree
Las cadenas me tuvieron que soltar
Porque solo de Jehová es el poder
Llegó Jesús, llegó Jesús
Mi libertador y mi sanador
Llegó Jesús, llegó Jesús
Él es tu respuesta
Llego Jesús, llegó Jesús
Mi libertador y mi sanador
Llego Jesús, llegó Jesús
Él es tu respuesta
Venid a mí los que estén trabajados y cargados
Que hay un descanso que el señor les tiene preparado
No importa si estás hundido en la maldad o el pecado
Él dio su vida para que tú seas perdonado
No hay razón para seguir
Lejos de Jesús
Él quiere darte vida
No hay razón para seguir
Lejos de su cruz
Él es tu salida
Y no hay razón para seguir
Lejos de Jesús
Él quiere darte vida
No hay razón para seguir
Lejos de su cruz
Él es tu salida
Llegó Jesús, llegó Jesús
Mi libertador y mi sanador
Llegó Jesús, llegó Jesús
Él es tu respuesta
Llegó Jesús, llegó Jesús
Mi libertador y mi sanador
Llegó Jesús, llegó Jesús
Él es tu respuesta
Yo sé lo que es fallarle a Dios
No sé por cuantas veces
Pero también sé que su gracia siempre permanece
Sé que a veces nos consume la culpabilidad
Pero Jesús se hace más fuerte en mi debilidad
Y si te humillas él te levantará
Solo espera en su tiempo
Si te caes él te levantará
El será tu sustento
Y no hay razón para seguir
Lejos de Jesús
Él quiere darte vida
No hay razón para seguir
Lejos de su cruz
Él es tu salida
Y no hay razón para seguir
Lejos de Jesús
Él quiere darte vida
No hay razón para seguir
Lejos de su cruz
Él es tu salida
Llegó Jesús, llegó Jesús
Mi libertador y mi sanador
Llegó Jesús, llegó Jesús
Él es tu respuesta
Llegó Jesús, llegó Jesús
Mi libertador y mi sanador
Llegó Jesús, llegó Jesús
Él es tu respuesta
Puede ser que estás rodeado de preguntas sin respuestas...
Sin contestación
Y puede que estés tratando de buscar la respuesta
En cualquier parte de este mundo
Pero si estás escuchando este tema
La respuesta es Jesús