Lyrics Muerto De Amor - Ana Belén
                                                ¿Qué 
                                                es 
                                                aquello 
                                                que 
                                                reluce...
 
                                    
                                
                                                Por 
                                                los 
                                                altos 
                                                corredores?
 
                                    
                                
                                                Cierra 
                                                la 
                                                puerta, 
                                                hijo 
                                                mío
 
                                    
                                
                                                Acaban 
                                                de 
                                                dar 
                                                las 
                                                once
 
                                    
                                
                                                En 
                                                mis 
                                                ojos 
                                                sin 
                                                querer
 
                                    
                                
                                                Relumbran 
                                                cuatro 
                                                faroles
 
                                    
                                
                                                Será 
                                                que 
                                                la 
                                                gente 
                                                aquella
 
                                    
                                
                                                Estará 
                                                fregando 
                                                el 
                                                cobre
 
                                    
                                
                                                Siete 
                                                gritos, 
                                                siete 
                                                sangres
 
                                    
                                
                                                Siete 
                                                adormideras 
                                                dobles
 
                                    
                                
                                                Quebraron 
                                                opacas 
                                                lunas
 
                                    
                                
                                                En 
                                                los 
                                                oscuros 
                                                salones
 
                                    
                                
                                                Lleno 
                                                de 
                                                manos 
                                                cortadas
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                coronitas 
                                                de 
                                                flores
 
                                    
                                
                                                El 
                                                mar 
                                                de 
                                                los 
                                                juramentos
 
                                    
                                
                                                Resonaba 
                                                no 
                                                sé 
                                                dónde
 
                                    
                                
                                                Brisas 
                                                de 
                                                caña 
                                                mojada
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                rumor 
                                                de 
                                                viejas 
                                                voces
 
                                    
                                
                                                Resonaban 
                                                por 
                                                el 
                                                arco
 
                                    
                                
                                                Roto 
                                                de 
                                                la 
                                                media 
                                                noche
 
                                    
                                
                                                Bueyes 
                                                    y 
                                                rosas 
                                                dormían
 
                                    
                                
                                                Solo 
                                                por 
                                                los 
                                                corredores
 
                                    
                                
                                                Las 
                                                cuatro 
                                                luces 
                                                clamaban
 
                                    
                                
                                                Con 
                                                el 
                                                furor 
                                                de 
                                                San 
                                                Jorge
 
                                    
                                
                                                Ajo 
                                                de 
                                                agónica 
                                                plata
 
                                    
                                
                                                La 
                                                luna 
                                                menguante 
                                                pone
 
                                    
                                
                                                Caballeras 
                                                amarillas
 
                                    
                                
                                                    A 
                                                las 
                                                amarillas 
                                                torres
 
                                    
                                
                                                La 
                                                noche 
                                                llama 
                                                temblando
 
                                    
                                
                                                Al 
                                                cristal 
                                                de 
                                                los 
                                                balcones
 
                                    
                                
                                                Perseguida 
                                                por 
                                                los 
                                                mil
 
                                    
                                
                                                Perros 
                                                que 
                                                no 
                                                la 
                                                conocen
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                un 
                                                olor 
                                                de 
                                                vino 
                                                    y 
                                                ámbar
 
                                    
                                
                                                Viene 
                                                de 
                                                los 
                                                corredores
 
                                    
                                
                                                Siete 
                                                gritos, 
                                                siete 
                                                sangres
 
                                    
                                
                                                Siete 
                                                adormideras 
                                                dobles
 
                                    
                                
                                                Quebraron 
                                                opacas 
                                                lunas
 
                                    
                                
                                                En 
                                                los 
                                                oscuros 
                                                salones
 
                                    
                                
                                                Lleno 
                                                de 
                                                manos 
                                                cortadas
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                coronitas 
                                                de 
                                                flores
 
                                    
                                
                                                El 
                                                mar 
                                                de 
                                                los 
                                                juramentos
 
                                    
                                
                                                Resonaba 
                                                no 
                                                sé 
                                                dónde
 
                                    
                                
                                                Madre, 
                                                cuando 
                                                yo 
                                                me 
                                                muera
 
                                    
                                
                                                Que 
                                                se 
                                                enteren 
                                                los 
                                                señores
 
                                    
                                
                                                Pon 
                                                telegramas 
                                                azules
 
                                    
                                
                                                Que 
                                                vayan 
                                                del 
                                                sur 
                                                al 
                                                norte
 
                                    
                                
                                                Siete 
                                                gritos, 
                                                siete 
                                                sangres
 
                                    
                                
                                                Siete 
                                                adormideras 
                                                dobles
 
                                    
                                
                                                Quebraron 
                                                opacas 
                                                lunas
 
                                    
                                
                                                En 
                                                los 
                                                oscuros 
                                                salones
 
                                    
                                
                                                Lleno 
                                                de 
                                                manos 
                                                cortadas
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                coronitas 
                                                de 
                                                flores
 
                                    
                                
                                                El 
                                                mar 
                                                de 
                                                los 
                                                juramentos
 
                                    
                                
                                                Resonaba 
                                                no 
                                                sé 
                                                dónde
 
                                    
                                
                                                Tristes 
                                                mujeres 
                                                del 
                                                valle
 
                                    
                                
                                                Bajaban 
                                                su 
                                                sangre 
                                                de 
                                                hombre
 
                                    
                                
                                                Tranquila 
                                                de 
                                                flor 
                                                cortada
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                amarga 
                                                de 
                                                muslo 
                                                joven
 
                                    
                                
                                                Viejas 
                                                mujeres 
                                                del 
                                                río
 
                                    
                                
                                                Lloraban 
                                                al 
                                                pie 
                                                del 
                                                monte
 
                                    
                                
                                                Un 
                                                minuto 
                                                intransitable
 
                                    
                                
                                                De 
                                                caballeras 
                                                    y 
                                                nombres
 
                                    
                                
                                                Fachadas 
                                                de 
                                                cal 
                                                ponían
 
                                    
                                
                                                Cuadrada 
                                                    y 
                                                blanca 
                                                la 
                                                noche
 
                                    
                                
                                                Serafines 
                                                    y 
                                                gitanos
 
                                    
                                
                                                Tocaban 
                                                acordeones
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                el 
                                                cielo 
                                                daba 
                                                portazos
 
                                    
                                
                                                Al 
                                                brusco 
                                                rumor 
                                                del 
                                                bosque
 
                                    
                                
                                                Mientras 
                                                clamaban 
                                                las 
                                                luces
 
                                    
                                
                                                En 
                                                los 
                                                altos 
                                                corredores
 
                                    
                                Attention! Feel free to leave feedback.