paroles de chanson Bidireccional - Broem

Con el ruido de la calle me despierta el ajetreo,
Aprieta el hambre y desayuno lo que pillo, lo que puedo,
Veo que el mundo sigue igual que lo dejé y no me afecta,
¿Quién no ha soñado con la vida perfecta?

Y no la tengo, ni la busco, ni la ansío.
La felicidad moral es a lo único que aspiro,
Respiro tranquilo y sonrío al vecino de enfrente,
Sentado en ese cruce bebiendo un café caliente.

Un niño al pasar me mira raro,
No se si es asco, odio o pena, ni me ha importado,
Yo vengo a este sitio a currar cada mañana,
No le gusta mi estilo y no me extraña.

Hoy el banco esta vacío, hace frío a mediados de mes,
Reviso mis ingresos efectivos, tengo más de tres,
Dudas que me vienen a la mente en el descanso,
¿Buena publicidad o es qué la gente esta cambiando?

Cojo mis papeles y cambio de sucursal,
No nos va mal,
Traspasos e inversiones a fondo perdido,
¿Cuántas de ellas quedarán en el olvido?
¿Y cuáles marcarán una inflexión?
Como conmigo.

Una vida trabajando sin nadie que lo valore,
Entiéndeme que llore si el estrés puede conmigo,
Me acicalo y pongo rumbo a ganarme la vida,
Escondiendo mis heridas tras una fachada fría.

Cuesta sonreír y dar la cara buena,
Cada mañana a repetir la misma historia,
Y me dijeron que la vida es una noria solo tienes que subirte,
Cansado de esa gloria que no entiendo si existe.

Ves que no soy nada de lo que has pensado,
Hombre con corazón al que el destino ha maltratado,
Me escondo en un aspecto que ni gusta ni he elegido,
Pero el jefe es el dinero y la ha pagado conmigo.

Y ¿cuántos han cambiado su mirada al saber de mí?
Tengo más estudios que todos los que me juzgan,
Divulgan sus principios, solo saben mentir,
Cuando dicen que me apoyan, pero luego no me ayudan.

Sombrío en un rincón con mi cigarro,
Que no me vean mucho que ya me tienen fichado.
Busco en el bolsillo algo suelto pa un cartón de vino,
Él es mi compañero en este curro tan esclavo.

Solo traen desgracias este tipo de atracciones,
Decisiones mal tomadas entre tan pocas opciones,
El vicio y el placer que pesan que sobre el mismo hombro.
En el otro la razón que hace ya tiempo que he perdido.

Sentado en una esquina de ocho a ocho cada día,
Mis ropas y mi manta mi equipaje y garantía,
Pidiendo una limosna pa' poder salir del pozo,
Nunca quise caer ni saber que había en el fondo.