paroles de chanson Que Tal Que No Vuelvas - Jean Carlos Centeno

Aún sigo esperándote

Ayer
Tal vez me equivoqué
No supe valorar
El amor tan grande que tú me entregabas

Ayer
Pensaba solo en mí
Un egoísta fui
Que le pareció normal que tú lloraras

Hoy mis ojos no paran, soy preso del llanto
Se arrepiente el alma cuando más te amo
Soñando que llegas inventé una fiesta
Arreglé la casa y qué tal que no vuelvas

He cambiado mi vida para no lastimarte
Quiero darle a esta historia una segunda parte
Voy a hacerte un castillo donde seas la reina
Dejo todo arreglado y qué tal que no vuelvas

Ay, qué tal que me hayas olvidado
Que te hayas enredado en otros labios

He cambiado mi vida para no lastimarte
Quiero darle a esta historia una segunda parte
Voy a hacerte un castillo donde seas la reina
Arreglé hasta la casa y qué tal que no vuelvas
Que no vuelvas

Andrea Carolina Quiñones y Laura Hernández
Amiguitas del alma

Michel, Marlon y Nahuel Pérez
Con cariño

Hoy
Me toca suplicar
Yo quiero regresar
A tu indiferencia yo no puedo resignarme

Hoy
Que pienso solo en ti
Nada entregas por mí
Pero sé que llegarás a perdonarme

Y hoy mis ojos no paran, soy preso del llanto
Se arrepiente el alma cuando más te amo
Soñando que llegas inventé una fiesta
Arreglé la casa y qué tal que no vuelvas

He cambiado mi vida para no lastimarte
Quiero darle a esta historia una segunda parte
Voy a hacerte un castillo donde seas la reina
Tengo todo arreglado y qué tal que no vuelvas

Ay, qué tal que me hayas olvidado
Que te hayas enredado en otros labios

Y hoy mis ojos no paran, soy preso del llanto
Se arrepiente el alma cuando más te amo
Soñando que llegas inventé una fiesta
Arreglé la casa y qué tal que no vuelvas

He cambiado mi vida para no lastimarte
Quiero darle a esta historia una segunda parte
Voy a hacerte un castillo donde seas la reina
Tengo todo arreglado y qué tal que no vuelvas

Que no vuelvas
¡Cómo duele!

Y hoy mis ojos no paran, soy preso del llanto
Se arrepiente el alma cuando más te amo
Soñando que llegas inventé una fiesta
Arreglé la casa y qué tal que no vuelvas