paroles de chanson El Mejor De Mis Amigos - Luis Y Julian
                                                Tuve 
                                                que 
                                                darle 
                                                un 
                                                balazo, 
                                                al 
                                                mejor 
                                                de 
                                                mis 
                                                amigos,
 
                                    
                                
                                                Para 
                                                que 
                                                ya 
                                                no 
                                                sufriera, 
                                                cuando 
                                                quedo 
                                                mal 
                                                herido,
 
                                    
                                
                                                Les 
                                                juro, 
                                                me 
                                                dolió 
                                                el 
                                                alma, 
                                                pero, 
                                                no 
                                                había 
                                                otro 
                                                camino,
 
                                    
                                
                                                Tenía 
                                                dos 
                                                patas 
                                                quebradas, 
                                                que 
                                                se 
                                                rompió 
                                                en 
                                                el 
                                                intento,
 
                                    
                                
                                                De 
                                                salvarme 
                                                de 
                                                la 
                                                furia, 
                                                del 
                                                enemigo 
                                                del 
                                                pueblo,
 
                                    
                                
                                                Huertistas 
                                                eran 
                                                los 
                                                perros, 
                                                que 
                                                me 
                                                venían 
                                                persiguiendo.
 
                                    
                                
                                                Nos 
                                                pisaban 
                                                los 
                                                talones, 
                                                armados 
                                                hasta 
                                                los 
                                                dientes,
 
                                    
                                
                                                Las 
                                                balas 
                                                pasaban 
                                                cerca, 
                                                anunciándonos 
                                                la 
                                                muerte,
 
                                    
                                
                                                Pero, 
                                                mi 
                                                amigo 
                                                volaba, 
                                                solo 
                                                pensaba 
                                                en 
                                                perderse
 
                                    
                                
                                                Me 
                                                habían 
                                                hallado 
                                                un 
                                                retrato, 
                                                de 
                                                Pancho 
                                                Villa 
                                                el 
                                                Centauro, 
                                                retrato, 
                                                que 
                                                yo 
                                                guardaba, 
                                                como 
                                                si 
                                                fuera 
                                                de 
                                                santo,
 
                                    
                                
                                                Pero 
                                                los 
                                                perros 
                                                sabían, 
                                                que 
                                                Pancho 
                                                Villa 
                                                era 
                                                el 
                                                diablo.
 
                                    
                                
                                                Me 
                                                llevaban 
                                                con 
                                                su 
                                                jefe, 
                                                para 
                                                el 
                                                cuartel 
                                                de 
                                                Chihuahua,
 
                                    
                                
                                                Pero 
                                                le 
                                                dije 
                                                    a 
                                                mi 
                                                amigo, 
                                                cuando 
                                                menos 
                                                lo 
                                                esperaba,
 
                                    
                                
                                                Abre 
                                                tus 
                                                alas 
                                                Pegaso, 
                                                    y 
                                                emprende 
                                                la 
                                                retirada
 
                                    
                                
                                                Ni 
                                                tardo, 
                                                ni 
                                                perezoso, 
                                                voló 
                                                el 
                                                corcel 
                                                por 
                                                los 
                                                aires,
 
                                    
                                
                                                Para 
                                                perderse 
                                                en 
                                                la 
                                                noche, 
                                                    y 
                                                en 
                                                esa 
                                                forma 
                                                salvarme,
 
                                    
                                
                                                Por 
                                                eso, 
                                                me 
                                                dolió 
                                                el 
                                                alma, 
                                                cuando 
                                                tuve 
                                                que 
                                                matarle.
 
                                    
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