paroles de chanson Miedo - Reis Belico

Miedo a ser feliz, miedo a mantenerla junto a mí.
Sentir todo su ser, besar toda su piel...
Es algo que nunca me perdonaré...
Ya nunca.
Hay un secreto del tamaño de una marejada, que está formando un tsunami en el eje de su garganta.
Que en un tímido suspiro se escondé bajo tu almohada y sin piernas salió corriendo al mundo, porque ya no aguanta.
Quiere decirle al silencio que debería perder la calma, y que el cuerpo no es límite cuando se ama con el alma.
Que viste en una mujer lo que en un hombre habías buscado, que jugaste a las Barbies, pero Ken, nunca fue invitado.
Que, cuando cae la noche, es que te das el gusto de besarla, tras los edificios, junto a los arbustos, repleta de adrenalina y con el temor maldito, incoherente, de sentir que cometes un delito.
Te da susto pensar que tu vecina te delate y desbarate su perfecto castillo de feminidad.
Parece injusto que el crítico cínico te retrate y que nadie venga al rescate en ésta sucia sociedad.
Las noches son un tormento de incógnitas en tu piel.
¿Qué diría papá si se entera que amas a otra mujer, que le agarras siempre la mano por debajo del mantel, y te sientes en cuerpo ajeno desde que sabes leer?
Mujer, sé que muchas veces te incómoda que digan que, por ser así, en el cielo no podrás vernos.
¡No te cohíbas, manda al mundo entero a que se joda!
Total, hace dos milenios vivimos en el infierno.
Nadie es suficiente pa' juzgar tus decisiones.
No se elige a quién, si se trata de corazones.
No existe un filtro que limpie las emociones.
Eres única pero, como tú, existen millones.
No existen fronteras que limiten las hormonas.
¡Reacciona!
Eres tú misma quién no se perdona.
Aprende a ser feliz de forma independiente, que no hay en la gente quien a tu sonrisa le preste el diente.
Pienso y miro atrás.
Y me arrepiento, pero tú no estás...
Ya nunca volverás...
No puedo aliviar el dolor que siento hacia mi pesar.
Los sueños son libres.
Ni tu figura corporea, ni la manera en que la uses, pueden definir tu historia.
Pueden ser factores influyentes y no quiere decir que, por ser diferente, has de morir o dejar de vivir.
Cuatro montañas en un mismo valle, totalmente en silencio pa' que no las hallen.
Es que ahí está el detalle: que el miedo revela todo lo que tú te calles.
Hay una casita con muñecas de cera, juegan a contarse secretos sobre una esfera.
Se dieron cuenta que el mundo se acaba afuera y decidieron estar juntas hasta el día en que se muera.
Dime, ¿qué esperas?
Tu tiempo es ahora.
Contigo sé sincera, haz lo que el cuerpo te implora.
No seas ignorante; ignorancia al que te ignora.
Grítale al mundo quién eres y si es necesario, llora.
Sientes que te critican, caminas en zozobra.
El destino ríe de ti y hace otra de sus maniobras.
Dios dijo: 'hagase el amor', y a ti, por amar, te cobran.
Maldito el ego humanista que goza de usar su obra.
Dos mujeres con moño suelto, desnudo, haciéndose entre ellas lo que un hombre no pudo.
Luchando contra los paradigmas testarudos y acicalando juntas su propio futuro rudo.
Sentir miedo, en este caso, está prohibido.
Sólo se siente miedo hacia lo desconocido, y nadie conoce mejor que tú, lo que necesitas.
Es decir, tú funcionas como tu propia visita.
Activa tu conciencia.
Cómprate un espejo.
Párate lejos, párate cerca.
Luego de haber analizado todo tu reflejo, entiende que no eres menos que nadie y no seas tan terca.
Miedo a ser feliz, miedo a mantenerla junto a mí.
Sentir todo su ser, besar toda su piel...
Es algo que nunca me perdonaré...
Ya nunca.