Astor Piazzolla - Aria de los Analistas текст песни

Текст песни Aria de los Analistas - Astor Piazzolla




Pasen a ver, caballeros
Cosas jamás nunca vistas
Traeremos los analistas
A este circo porteñero
Pasen a ver!: malabares
De un bello remordimiento
Que hace su trágico intento
Con siete libriums impares
Buenos Aires, Buenos Aires
Saca tus sueños al sol
Que los sueños tienen picos
Rataplín y rataplón
Pasen a ver!: que la vida
Se enredó en la pena floja
Y un Yo porque se le antoja
Traga angustias encendidas
Aquí está la voltereta
De un rencor que, en zapatillas
Saca un boom de pesadillas
Por detrás de la careta
Buenos Aires, Buenos Aires
Saca tus sueños al sol
Que los sueños tienen filo
Rataplín y rataplón
Pasen a ver!: que asomado
Por el plano sagital
Da un doble de olvido mortal
Un gran recuerdo amaestrado
Pasen a ver!: Adelante!
Que en la pista y poco a poco
Va hilando una sombra el copo
Con culpas de antes de antes
Buenos Aires, Buenos Aires
Saca tus sueños al sol
Que este sueño es de María
Rataplín y rataplón
Cámara uno: al recuerdo
Cámara dos: a la conciencia
Que pongan un decorado
Con trapecios de tiniebla
Que la niña hará su salto
Vestida de memoria negra
Y el Analista Primero
Le pide cuatro piruetas
Cerrá los ojos María
Que así en tus ojos cabrá
Un patio ñato y un canto
Que en ese patio se oirá
Es el llanto de tu madre
No lo siento. Dicen, de ella, que tenía en la
Cintura una gran sensiblería, como de silla
Vacía, y que fregaba estrellas sucias para
Afuera. Pero que nunca lloraba. Eso cuentan
Los que estaban de ella al tanto
Fue un Viernes, y no fue santo
Y, ya, me lo acuerdo mal
Abrí los sueños, María
Que así en tus sueños habrá
Una fragua con dos manos
Que en esa fragua hacen pan
Son las manos de tu padre
No sé. Pero de él se ha recordado que jugaba
Al pase inglés con dos cortafierros cargados
Con sangre dura, y que perdía cuantas
Veces lo quería. Eso juran los que entonces
Le ganaban con sietes y onces de risa
Fue un Miércoles de ceniza
Y ya me lo acuerdo mal
Cerra tus ojos María
Que así dos ojos verás
Un grito y un beso izquierdo
Que en este grito se va
Es ése tu primer beso
No sabría. Pero cuentan que en él cabía
Tanta tristeza como la que hubo en el Jesús
Que no tuvo para leños y se pintó una cruz
En el lomo. Y que, ese beso, otro día, se hizo
Hacer un pequeño aborto cerezo en cada
Labio. Eso callan los que saben de ese beso
Y aún lo gozan
Yo, entonces, era una rosa
Y ya me lo acuerdo mal
Abrí los sueños, María
Que así en tus sueños cabrán
Un whisky y dos golpes rubios
Que desde el fondo se oirán
Es corazón que llama
Dificilmente. Mi corazón cortado en cuatro
Está -dicen- sepeliado en las cuatro troneras
De un billar robado. El que ahora llevo
Puesto se lo compré a una encorazonadora
Que tenía corazonería de viejo en un paisaje
Terraja, y vendía corazoncitos tristeros de
Baraja francesa y de conejo, de tatuaje de
Marínero con Péreza, de rima de canción de
Cuna y de alcaucil. A mi, me puso uno que
Es de vista y no de lastima, recortado del mandil
De un bandoneonista; y con agujita de
Estaño y de hilo de humo castaño, me lo
Bordó en el vientre. Dijo que eso era lo que
Convenía para quien, como yo, soy una sombra
María, y ya por sombra
Seré sombra y seré virgen para siempre
Lo dijo mientras cosía
Y ya me lo acuerdo mal
Cubrí tu pecho, María
Con un puñado de sal
Que adentro te mira un cero
Y el cero te va a llorar
Del numeroso gris
De anteayer
Ya no me acuerdo más
Que de aquel
Misterio cruel que me gritó nacé
Y cuando entre a vivir
Se sonrió
Y al fin al verme así
Tan última y tan yo
Mordiéndose, gritó
Morí




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