Текст песни El Plebeyo - Felipe Pinglo
                                                La 
                                                noche 
                                                cubre 
                                                ya 
                                                con 
                                                su 
                                                negro 
                                                crespón
 
                                    
                                
                                                De 
                                                la 
                                                ciudad 
                                                las 
                                                calles 
                                                que 
                                                cruza 
                                                la 
                                                gente
 
                                    
                                
                                                Con 
                                                pausada 
                                                acción
 
                                    
                                
                                                La 
                                                luz 
                                                artificial 
                                                con 
                                                débil 
                                                proyección
 
                                    
                                
                                                Propicia 
                                                la 
                                                penumbra 
                                                que 
                                                esconde 
                                                en 
                                                su 
                                                sombra
 
                                    
                                
                                                Venganza 
                                                    y 
                                                traición
 
                                    
                                
                                                Después 
                                                de 
                                                laborar 
                                                vuelve 
                                                    a 
                                                su 
                                                humilde 
                                                hogar
 
                                    
                                
                                                Luis 
                                                Enrique 
                                                el 
                                                plebeyo 
                                                el 
                                                hijo 
                                                del 
                                                pueblo
 
                                    
                                
                                                El 
                                                hombre 
                                                que 
                                                supo 
                                                amar
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                que 
                                                sufriendo 
                                                va 
                                                esta 
                                                infamante 
                                                ley
 
                                    
                                
                                                De 
                                                amar 
                                                    a 
                                                una 
                                                aristócrata 
                                                siendo 
                                                un 
                                                plebeyo 
                                                él.
 
                                    
                                
                                                Trémulo 
                                                de 
                                                emoción 
                                                dice 
                                                así 
                                                en 
                                                su 
                                                canción
 
                                    
                                
                                                El 
                                                amor 
                                                siendo 
                                                humano 
                                                tiene 
                                                algo 
                                                de 
                                                divino
 
                                    
                                
                                                Amar 
                                                no 
                                                es 
                                                un 
                                                delito 
                                                porque 
                                                hasta 
                                                Dios 
                                                amó
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                si 
                                                el 
                                                amor 
                                                es 
                                                puro 
                                                    y 
                                                el 
                                                deseo 
                                                es 
                                                sincero,
 
                                    
                                
                                                ¿Porque 
                                                quitarme 
                                                quieres 
                                                la 
                                                fe 
                                                del 
                                                corazón?
 
                                    
                                
                                                Mi 
                                                sangre 
                                                aunque 
                                                plebeya 
                                                también 
                                                tiñe 
                                                de 
                                                rojo
 
                                    
                                
                                                El 
                                                alma 
                                                en 
                                                que 
                                                se 
                                                anida 
                                                mi 
                                                incomparable 
                                                amor
 
                                    
                                
                                                Ella 
                                                de 
                                                noble 
                                                cuna 
                                                    y 
                                                yo 
                                                humilde 
                                                plebeyo
 
                                    
                                
                                                No 
                                                es 
                                                distinta 
                                                la 
                                                sangre 
                                                ni 
                                                es 
                                                otro 
                                                el 
                                                corazón.
 
                                    
                                
                                                ¿Señor 
                                                por 
                                                qué 
                                                los 
                                                seres 
                                                no 
                                                son 
                                                de 
                                                igual 
                                                valor?
 
                                    
                                
                                                El 
                                                amor 
                                                siendo 
                                                humano 
                                                tiene 
                                                algo 
                                                de 
                                                divino
 
                                    
                                
                                                Amar 
                                                no 
                                                es 
                                                un 
                                                delito 
                                                porque 
                                                hasta 
                                                Dios 
                                                amó
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                si 
                                                el 
                                                amor 
                                                es 
                                                puro 
                                                    y 
                                                el 
                                                deseo 
                                                es 
                                                sincero,
 
                                    
                                
                                                ¿Porque 
                                                quitarme 
                                                quieres 
                                                la 
                                                fe 
                                                del 
                                                corazón?
 
                                    
                                
                                                Mi 
                                                sangre 
                                                aunque 
                                                plebeya 
                                                también 
                                                tiñe 
                                                de 
                                                rojo
 
                                    
                                
                                                El 
                                                alma 
                                                en 
                                                que 
                                                se 
                                                anida 
                                                mi 
                                                incomparable 
                                                amor
 
                                    
                                
                                                Ella 
                                                de 
                                                noble 
                                                cuna 
                                                    y 
                                                yo 
                                                humilde 
                                                plebeyo
 
                                    
                                
                                                No 
                                                es 
                                                distinta 
                                                la 
                                                sangre 
                                                ni 
                                                es 
                                                otro 
                                                el 
                                                corazón.
 
                                    
                                
                                                ¿Señor 
                                                por 
                                                qué 
                                                los 
                                                seres 
                                                no 
                                                son 
                                                de 
                                                igual 
                                                valor?
 
                                    
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