Текст песни Con el alma en las manos - Jesús Manuel Estrada

Triste, este invierno me hizo recordarte
Eran tantas penas por tu despedida
Hoy vencí mi orgullo y vine a buscarte, mi herida querida

Quiero que me escuches, enternece el alma
Vengo a suplicarte, quiero me perdones
Amar esta ausencia
Vieras cómo sangra el alma de un hombre
Triste las mañanas me preguntan siempre:
¿Dónde están los ojos que me deslumbraban?
Sufro cada noche al querer tenerte
Y tú no estás, en la cama tú no estás

Me atormenta saber que te engañé
Que te marchaste un día con la razón
Yo sé que injusto fui, perdóname
Mírame que en las manos traigo el alma

Tus lágrimas pagué, también lloré
Y lloro a cada instante, por tu adiós
Por favor, ven conmigo otra vez
A la ilusión de este hombre que te ama
A la ilusión de este hombre que te ama

Volvamos otra vez y seré tuyo siempre, siempre
Si no quieres volver, sé que me muero, por Dios vuelve
Volvamos otra vez y seré tuyo hasta la muerte
Ya no te engañare más, te lo juro, por Dios vuelve

(...)

Es un imposible olvidar tu imagen
La llevo grabada en mi pensamiento
Quiero confesarte que intenté olvidarte
Y fue en vano, no puedo
En otros amores, intenté buscarte
Pero simplemente, perdí mis intentos
Tu nombre gritaba sin querer pensarte
Después de un, "te quiero"

Hice por tus sueños este largo viaje
Enfrenté el orgullo que me detenía
Me lancé a un abismo y vine a buscarte
Arrepentido por tu amor vine a rogar

Sé que tus sentimientos lastimé
Pero al sufrir por ti, pagué mi error
Yo sé que injusto fui, perdóname
Mírame que en las manos traigo el alma

Tus lágrimas pagué, también lloré
Y lloro a cada instante por tu adiós
Por favor, ven conmigo otra vez
A la ilusión de este hombre que te ama
A la ilusión de este hombre que te ama

Volvamos otra vez y seré tuyo siempre, siempre
Si no quieres volver, sé que me muero, por Dios vuelve

Volvamos otra vez y seré tuyo hasta la muerte
Ya no te engañare más, te lo juro, por Dios vuelve

Volvamos otra vez y seré tuyo hasta la muerte
Ya no te engañare más, te lo juro, por Dios vuelve...