Lyrics Destino Luz - Facundo Cabral
Hijo
del
agua
y
la
tierra,
sagrado
y
bendito
fango.
Circunstancia
del
misterio,
habitante
de
los
astros
Que
viven
entre
los
mares
o
alrededor
de
los
fuegos,
Que
son
mi
eterno
presente,
mi
futuro,
mis
abuelos.
Vengo
a
contar
la
sublime
victoria
de
la
belleza,
Sobre
todos
los
temores,
las
flaquezas
y
miserias.
Amo
de
los
amos,
eternidad
de
la
nada,
Infinito
donde
callan
las
ansiedades
humanas.
Invoco
a
las
maravillas
de
toda
la
creación,
Para
cantar
alegrias
y
las
gracias
al
Señor:
El
Verdadero
Cantor
Tengo
lejana
memoria
del
universo
danzando.
Una
ronda
inteligente
que
aun
me
sigue
encantando.
He
conocido
a
los
grandes
a
partir
de
los
pequeños.
El
que
comprende
a
la
hormiga
entenderá
el
universo.
No
hay
halago
que
detenga
mi
caminar
por
el
mundo.
Aunque
el
hilo
sea
pequeño
no
deja
de
ser
un
nudo.
Soy
parte
de
aquel
que
es,
que
fue
y
que
será
por
siempre
Y
se
que
el
mejor
abrigo
de
los
hombres
es
la
mente.
De
las
montañas
aprendo
a
esperar
serenamente
Y
del
profundo
silencio
los
poderes
permanentes.
No
desprecio
lo
que
tengo,
vivir
es
hecho
bendito.
El
amo
y
las
ciudades
también
son
el
infinito.
Todo
es
parte
de
la
nada
celeste
voz
del
invicto.
Eternamente
me
nazco
de
estallido
en
estallido,
De
silencio
en
silencio,
de
la
raíz
hasta
el
nido.
De
planeta
en
planeta,
de
la
mujer
hasta
el
niño,
Con
el
tiempo
donde
vive
lo
que
será,
lo
que
ha
sido.
Ando
por
todo
lo
ancho
del
horizonte
y
la
espina
Impulsado
por
la
fe,
la
esperanza
y
la
alegría.
Aprendiendo
del
coyote
y
el
oso
la
ley
divina,
El
templo
es
el
universo
y
el
sacerdote
la
vida.
Donde
van
el
sol,
el
viento,
la
intuición
y
las
palomas,
Allí
dirijo
mi
vuelo
sin
pensar
en
otra
cosa.
Donde
el
águila
descansa
de
grandezas
y
de
cielo,
A
esa
altura
de
la
piedra
a
veces
me
entrego
al
sueño.
Para
cansar
al
cansancio,
anduve
todos
los
mares.
Me
conocen
las
gaviotas
casi
tanto
como
el
aire.
El
señor
dejo
el
secreto
al
alcance
de
mi
mano,
Cuando
yo
vi
la
naranja
supe
que
existe
el
milagro.
Yo
vivo
serenamente
para
una
muerte
serena,
Paso
a
paso
por
el
tiempo
la
planeo
a
mi
manera.
El
desierto
me
ha
contado
una
historia
sin
final,
Voluntad
de
voluntades
que
tal
vez
hoy
son
la
mar.
Hace
tiempo
que
en
el
tiempo
algún
hombre
pregunto,
Lo
que
ahora
estoy
buscando,
lo
que
alguno
ya
encontró.
Cuando
canto
canta
todo,
por
el
todo
estoy
aquí.
Una
piedra
es
todo
el
mundo,
una
flor
es
el
jardín.
Una
vez
estuve
cerca
y
otras
veces
me
perdí,
No
es
casual
que
me
suceda
lo
que
te
sucede
a
ti.
Extranjero
en
las
ciudades,
compatriota
del
camino.
Amante
de
los
desiertos
y
el
silencio
del
vacio.
Las
ilusiones
del
alma
empujan
a
mi
esqueleto,
Para
que
siga
buscando
porque
buscar
es
el
cuento.
El
espejo
de
la
luna
me
refleja
varias
veces,
Para
que
sepa
que
he
sido
cuanto
muere
y
cuanto
crece.
Cuando
dejé
que
natura
decida
mi
libertad,
Cuando
dejé
de
buscarla
halle
la
felicidad.
Aprendí
que
el
paraíso
al
igual
que
el
infierno
Viven
en
nuestra
conciencia,
que
es
Dios
mismo
dentro
nuestro.
Conozco
todas
las
formas
de
celebrar
al
Señor:
Bajo
las
sombras,
la
luna,
en
la
lluvia
o
bajo
el
sol.
Conozco
todas
las
formas
pero
ninguna
mejor,
Para
cantar
su
grandeza,
que
las
frutas
del
amor.
Soy
una
parte
del
cosmos
y
no
empleado
del
miedo.
El
asombro
me
alimenta
y
no
el
terror
y
ni
el
tedio.
Yo
vivo
en
el
movimiento
si
me
quieren
encontrar,
Bella
casa
que
comparto
con
la
paz
y
la
verdad.
El
amor
y
la
poesía
reconcilian
los
contrarios.
Armonía
de
armonías
que
busco
y
busco
cantando.
En
mis
sueños
y
mi
sombra,
en
mis
huesos
y
mi
mente,
En
lo
pasado
y
futuro
llevo
la
vida
y
la
muerte
Entre
el
sueño
y
la
vigilia
a
veces
comprendo
todo.
Entonces
canta
el
maestro
a
través
de
lo
que
nombro:
Tengo
un
destino
de
luz...
el
mismo
que
tienes
tu...
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