paroles de chanson DOLORES (REPUTA) - Rodrigo Cuevas , Agrupación Musical Ubetense , Zahara
                                                Querida 
                                                mía
 
                                    
                                
                                                No 
                                                puedo 
                                                quedarme 
                                                callada
 
                                    
                                
                                                Que 
                                                te 
                                                conozco 
                                                desde 
                                                que 
                                                era 
                                                niña
 
                                    
                                
                                                Cuando 
                                                mi 
                                                abuela 
                                                cocinaba
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                recordaba 
                                                tus 
                                                ojos 
                                                verdes
 
                                    
                                
                                                Aunque 
                                                ya 
                                                no 
                                                sabía 
                                                cómo 
                                                se 
                                                llamaba
 
                                    
                                
                                                Con 
                                                la 
                                                mano 
                                                en 
                                                la 
                                                Biblia 
                                                digo 
                                                te 
                                                lo 
                                                yo
 
                                    
                                
                                                Tú 
                                                eras 
                                                más 
                                                libre 
                                                que 
                                                todos 
                                                los 
                                                hombres, 
                                                insufribles 
                                                    y 
                                                arrogantes
 
                                    
                                
                                                Capaces 
                                                de 
                                                sepultar 
                                                tu 
                                                alegría
 
                                    
                                
                                                Diciendo 
                                                que 
                                                tu 
                                                poesía 
                                                no 
                                                estaba 
                                                    a 
                                                la 
                                                altura 
                                                que 
                                                no 
                                                lo 
                                                valías
 
                                    
                                
                                                Malquerida 
                                                    y 
                                                sufridora
 
                                    
                                
                                                Aprendiste 
                                                que 
                                                el 
                                                amor 
                                                era 
                                                el 
                                                que 
                                                esperaba 
                                                en 
                                                casa
 
                                    
                                
                                                El 
                                                que 
                                                no 
                                                preguntaba
 
                                    
                                
                                                El 
                                                que 
                                                ofrecía 
                                                devoción 
                                                    a 
                                                cambio 
                                                de 
                                                puñaladas
 
                                    
                                
                                                El 
                                                que 
                                                moría 
                                                    y 
                                                mataba, 
                                                mataba 
                                                de 
                                                amor
 
                                    
                                
                                                Cómo 
                                                ibas 
                                                    a 
                                                decir 
                                                que 
                                                tú 
                                                no 
                                                eras 
                                                esa
 
                                    
                                
                                                Que 
                                                no 
                                                había 
                                                en 
                                                el 
                                                mundo 
                                                moneda 
                                                ni 
                                                falsa 
                                                ni 
                                                verdadera
 
                                    
                                
                                                Que 
                                                pudiera 
                                                pagar 
                                                lo 
                                                que 
                                                dabas, 
                                                que 
                                                quitara 
                                                toda 
                                                tu 
                                                tristeza
 
                                    
                                
                                                Tú 
                                                que 
                                                tenías 
                                                la 
                                                voz 
                                                de 
                                                las 
                                                mujeres 
                                                perdidas
 
                                    
                                
                                                    Y 
                                                    a 
                                                la 
                                                vez 
                                                la 
                                                voz 
                                                de 
                                                tu 
                                                España 
                                                querida
 
                                    
                                
                                                Cortando 
                                                el 
                                                viento 
                                                    a 
                                                tu 
                                                paso
 
                                    
                                
                                                Fuiste 
                                                siempre 
                                                incomprendida
 
                                    
                                
                                                Como 
                                                si 
                                                esa 
                                                pena
 
                                    
                                
                                                Esa 
                                                pena 
                                                fuese 
                                                la 
                                                única 
                                                forma 
                                                posible 
                                                de 
                                                amar
 
                                    
                                Attention! N'hésitez pas à laisser des commentaires.