Текст песни Cafuné - Dante

Ya no concibo el día a día si no eres tú quien me guía
Si no eres tú quien me mira, no conozco la alegría
No hay persona viva que consiga que yo así me ría
Te prometo, vida mía, que sin ti mi vida está vacía

Y déjame cuidarte como nadie te ha cuidado
Y repetirte otra mañana lo guapa que has despertado
Déjame ser tu juguete favorito del pasado
Para el día que te hagas vieja, pueda seguir a tu lado

Despertarnos en Madrid para acostarnos en Galicia
Mientras siento cómo el viento de Aquaterra te acaricia
Y solo yo poder saber cómo estás siendo de feliz
Mientras vives en tu norte, yo pierdo el mío por ti

En tus ojos siempre invierno, en tus labios siempre verano
Si muriese por besarte, me mataba sin pensarlo
En tus piernas es otoño, primavera por tus manos
Ten mi pecho, todo tuyo, sin dudar, te lo regalo

Muero si pienso que algún día te pierdo
Pero pierdo el miedo tras recordar que
Ya morí por tu risa, tus ojos, tu pelo
Tus manos, tu forma de ser

Ya no hay nada que pueda matarme
Como tú lo hiciste la primera vez
Si me arrancan los cinco sentidos
Mato por la vista y por volverte a ver

Cúrame si puedes del daño que me infrinjo
Te doy mi tez, te doy la vez para que seas mi cobijo
Y quiéreme, si quieres, como nadie lo hizo
Te doy mi paz, te doy mi voz y el apellido de mis hijos

Te doy todo lo que tengo y aún así sería rico
Porque no hay mayor fortuna que poder estar contigo
Porque no hay mayor tesoro que tener tu amor de abrigo
Y porque no hay mayor regalo que dormir bajo tu ombligo

Si te llamo "la arquitecta de mis ganas de vivir"
Es porque estaba yendo a pique y sin intención de salir
Y para serte sincero, hoy te lo debo todo a ti
Porque gracias a tu aliento, mi pecho volvió a latir

Y hoy solo quiero un futuro a tu vera
Y que todo lo que vea sea a ti sonreír
Solo pido que mires al cielo
Que seas mi credo, que sé que te quiero, y que

Muero si pienso que algún día te pierdo
Pero pierdo el miedo tras recordar que
Ya morí por tu risa, tus ojos, tu pelo
Tus manos, tu forma de ser

Ya no hay nada que pueda matarme
Como tú lo hiciste la primera vez
Si me arrancan los cinco sentidos
Mato por la vista y por volverte a ver