Pablo Hasél - En el fondo del río paroles de chanson

paroles de chanson En el fondo del río - Pablo Hasél



Todo el mundo sabía que no era una niña corriente,
Por su forma de hablar, moverse, y tratar a la gente.
Su genialidad tocando la guitarra era asombrosa,
Al fin y al cabo tampoco pensaba en otra cosa.
Pero detrás de cada mente brillante se esconden fantasmas,
Y su mirada apagada y esquiva la delataba.
Sin grupo de amigas tocando todo el día tristes baladas,
Llorando cada noche invocando a la nada.
Sufriendo en silencio los abusos sexuales que su padre,
Cometía desde que iba en pañales cada vez más graves.
Amenazada de muerte pa que no lo contara a nadie,
Escribiendo en su diario pa desahogarse y más tarde,
Metía las páginas en botellas de vino vacías que su padre bebía,
Y las arrojaba al río donde creaba melodías.
Allí contaba lo que le pasaba, sus pocas esperanzas,
Sus planes de irse de casa, sus temores de ser violada.
Solo el interior del río conocía su interior,
Era inocente pero se odiaba a si misma teniéndose rencor.
Síndrome de Estocolmo la hacía ver casi normal,
Que el asqueroso pedófilo cada noche la empezara a tocar.
Su madre siempre de viaje ajena a los hechos,
Le reprochaba que fuera una niña en constante aislamiento.
Ella no sabía hasta cuándo podría aguantar,
Quería gritarle o huir pero el miedo otra botella la hacía lanzar.
Cada día un nuevo mensaje en el fondo del río,
Suplicándole que al llegar no le metiera mano.
Cuando las caricias de un padre son solo frío,
Y los abrazos se convierten en el pero maltrato.
Sudando y llorando mientras la desnudaba,
El cerdo repetía: "tranquila, no pasa nada".
Mientras temblando pensaba en su guitarra,
Y al irse de su cuarto sus calvarios narraban.
Sus compañeras ya coqueteaban con chicos,
Pero ella era incapaz de sentir atracción por alguno.
Cada día en el recreo comía su desayuno sola,
En una esquina si la profesora le decía: "¿por qué lloras?".
Respondía que echaba de menos a su mama,
Y realmente era así porque esa corta no iba a salvarla.
Ya no recordaba la última vez que se sintió viva,
Pero soñaba que en un futuro un hombre bueno curaría sus heridas.
Pero los arañazos en su entrepierna siempre le recordarían,
La angustia de cuando quería escaparse y no podía.
Una tarde noche al llegar de su rincón secreto,
Sus peores temores fueron la cima de su sufrimiento.
La violó que suplicara piedad con gritos desgarradores,
Esta vez también la golpeó repitiendo: "calla, no llores".
Cuando acabó se fue al sofá a beber vino tan tranquilo,
Mientras ella destrozaba la guitarra y la velocidad de sus latidos.
La hacía sentir que las ilusiones se habían ido,
Y sangrando por la vagina fue corriendo al río.
Lanzó una última botella relatando la barbarie,
Se tiró al agua y agarrada a la piedra del fondo aguantó el aire.
En cuatro días los pescadores encontraron su cadáver,
Sorprendidos al ver que al lado había decenas de botellas,
Con folios en su interior cuando la policía los leyó,
Detuvieron al padre que no daba crédito en prisión.




Pablo Hasél - Polvo y ceniza
Album Polvo y ceniza
date de sortie
29-05-2011




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